jueves, 31 de enero de 2008

La gorilidad

Día mundial del traje de gorila 2008 (y 4)
podríamos clasificar a los disfraces de gorila cinematográficos en dos grupos; los que representan a un tipo disfrazado de gorila y los que representan a un auténtico gorila:

En el primer grupo, aunque en el interior de la ficción se asuma que es un disfraz, no es óbice para que ciertos personajes se engañen, en ocasiones, tomando al tipo por un gorila auténtico. El segundo caso sería casi asimilable a otros gorilas ficciticios, animados fotograma a fotograma, generados por ordenador, animatrónicos, etc. e, incluso, en última instancia, a cuando el papel del gorila está interpretado por un auténtico gorila actor, si no fuera porque son evidentemente disfraces de gorila. Como vemos esta clasificación, sencilla teóricamente, tiene implicaciones relacionadas directamente con el pacto de ficción que se establece entre narradores y espectadores y con el nivel de suspensión de la incredulidad que se espere de estos últimos. Estos son los temas medulares de la teoría de la narración y de toda producción artística, como planteó Magritte con su famosa obra Esto no es una pipa:

Ceci n'est pas un gorille

Pero no vamos a profundizar hoy en la cuestión de la pipedad o gorilidad de sus respectivas representaciones, conformémonos con aplicar la clasificación a algunos ejemplos: analícenlos con prudencia, teniendo en cuenta que confundir un gorila de disfraz con uno real es más fácil de lo que parece, con la sugestión adecuada:


En The Ape, hay un tipo vestido de gorila que en la ficción es un gorila auténtico: un científico loco, interpretado a la sazón por Boris Karloff, le mata y se hace con su piel un traje de gorila, con lo que tenemos ambos casos en la misma película que, a demás, comparten pelaje.

Inteligencia contra fuerza bruta; los nerds que vieron la película creyeron por un momento que podían ganar al capitán del equipo de fútbol; ustedes también pueden sentirlo aquí

Bela Lugosi, por su parte, tuvo ocasión de convertirse en gorila al menos en cuatro ocasiones, como vimos, pero en la bochornosa Bela Lugosi Meets a Brooklin Gorilla, se encarga él de convertir a otro: en esta película tenemos a un auténtico chimpancé y a dos tipos disfrazados de gorila: ambos representan gorilas reales, si bien uno de ellos es un ex-humano. En The Gorille, también con Lugosi, aparece uno que representa un gorila auténtico y un guante de gorila: un disfraz parcial.

¿Ven esa muchacha en bikini raptada por un gorila en el ángulo inferior izquierdo? ¿promete, eh? pues en la película no sale

Otra idea es jugar con esa ambigüedad, como vimos recientemente en el vídeo de Marlene Dietrich.

Mención a parte merece el uso del traje de gorila como fuente de equívocos en la comedia. Constituye un gag clásico, al mismo nivel que la puerta giratoria que gira demasiado o el sidecar que se separa indefectiblemente de su moto; el espectador le sabe lo que va a pasar antes de que ocurra y esa es parte de la gracia: si hay dos trajes de gorila (A y B) en la fiesta, el que el personaje cree que es A es indefectiblemente B. Un ejemplo clásico lo vemos en La Pantera Rosa. El quid pro quo degenera en persecución surrealista:


Una de las obras cumbres en este género es Trading Places, estrenada en España como Entre pillos anda el juego:
Esta película combina elementos de la comedia clásica americana, al estilo de las protagonizadas por Cary Grand o Gregory Peck -en particular The Million Pound Note- con elementos de la comedia picaresca de los ochenta, género en el que se distinguieron sus dos actores principales y que se caracterizaba por que el protagonista iba saliendo de todos los aprietos a base de tomar tantos riesgos que solía meterse en otro mayor, en progresión muy acorde con la moral capitalista de la década, centro del argumento. A todo esto une, cerca del final del metraje, trajes de gorila ¡maravilloso! Uno de ellos, mejor hecho, representa un auténtico gorila y el otro a un tipo vestido de gorila: el espectador, desde que se presenta el segundo de ellos, está seguro de que se dará el quid pro quo y lo espera con ansiedad.

Aunque durante la fiesta de año nuevo nadie duda que el tipo vestido de gorila va disfrazado, cuando el malo se ve enfundado en el disfraz a su pesar, todos le toman por un gorila auténtico que comparte jaula con el otro. En este momento aparece otro tema recurrente en los ochenta: la sodomización como castigo; la vimos en el bar La ostra azul en la Loca academia de policía o a cargo de un toro en Top Secret, provocando siempre gran hilaridad en el respetable, vayan ustedes a preguntarle a Freud porqué.



Con esto cerramos la edición 2008 del día mundial del traje de gorila, esperemos que lo hayan disfrutado tanto como este su seguro servidor...
bueno, tal vez en unos días haya un pequeño epílogo.

Aunque muy cambiada, la capitular está montada con una imagen creada por un tal Zulittle y tomada de esta página. El cromo de King Kong pertenece a la colección Monstruos y está tomada del post correspondiente de Frunoflickr.
La celebración del día mundial del traje de gorila fue originalmente una propuesta de Bizácoras, a la que nos fuimos uniendo fervorosamente blogs no pertenecientes a dicha agrupación, hasta dar al evento la dimensión internacional que le es propia hoy en día.

miércoles, 30 de enero de 2008

Otros Mundos XI

Día mundial del traje de gorila 2008 (3)
en el cuadro del día mundial del traje de gorila les ofrecemos hoy una nueva entrega de Otros mundos especial criaturas simiescas:

35. Simiohumanoide hablador.
Uno de los asiduos oyentes de los flautistas escarlatas es este parlanchín inveterado. Habla sin cesar mientras salta de rama en rama o baja al suelo para cazar y sólo calla para oír los conciertos de sus vecinos.


45. Bobito desdentado.
Por no utilizar los dientes, éstos se le han desperdigado y no le sirven para nada. Se alimentan de leche, huevos, miel, polen, larvas... Viven en las praderas de Papagolandia, donde son víctimas frecuentes de temibles depredadores.

154-155. Proyección mortal.
Un arma nueva. Una batería neutrónica proyectaba en el cielo enemigo una imagen amenazadora y lanzaba haces de rayos destructores sobre las personas y las cosas. Por tratarse de imágenes sin soporte sólido era imposible combatirlas con armas convencionales. Al efecto destructor se unía el desmoralizador, no menos importante. Los principios de su funcionamiento son tan complicados que renunciamos a explicarlos.

Extra:
Nos enteramos a través de BiciCanarias de que el pasado 22 de septiembre hubo una carrera de cientos de personas con traje de gorila en Londres con el fin de sensibilizar ante el peligro de extinción de estos nobles animales.

La celebración del día mundial del traje de gorila fue originalmente una propuesta de Bizácoras, a la que nos fuimos uniendo fervorosamente blogs no pertenecientes a dicha agrupación, hasta dar al evento la dimensión internacional que le es propia hoy en día.

martes, 29 de enero de 2008

El gorila de Brassens

Día mundial del traje de gorila 2008 (2)
como pequeño complemento al post precedente, en el que hablábamos de la carga sexual inherente a la imagen del gorila, añadimos aquí un documento musical. En dicho post nos ocupábamos sólo del lado simbólico e iconográfico de esa sexualidad, tal como es percibida en occidente, lejos de los auténticos simios. Sin embargo, es cierto que las costumbres de los bichos reales, y no simbólicos, justifican esa reputación, en particular las proezas de los imaginativos bonobos. Una de las formas del mito, la competencia desleal entre el macho simio y el macho humano por las hembras humanas, ha sido ejemplificada en este blog tanto en el arte (en la estatua de Fremiet que vimos el otro día) como en la naturaleza (en este post). A demás de la competencia, otra de las muchas formas que puede tomar esta proverbial potencia sexual es su vertiente sodomita, sea esta consentida o como castigo: volveremos sobre este caso el jueves. George Brassens nos ofrece una lectura del gorila que participa de la fantasía de la sumisión tanto femenina como masculina, en forma de sodomía como castigo; todo ello para terminar como alegato contra la pena de muerte, que la disfruten:





C'est à travers de larges grilles,
Que les femelles du canton,
Contemplaient un puissant [gorille,
Sans souci du qu'en-dira-t-on.
Avec impudeur, ces commères
Lorgnaient même un endroit [précis
Que, rigoureusement ma mère
M'a défendu de nommer ici...
Gare au gorille !...

Tout à coup la prison bien close
Où vivait le bel animal
S'ouvre, on n'sait pourquoi. Je [suppose
Qu'on avait du la fermer mal.
Le singe, en sortant de sa cage
Dit «C'est aujourd'hui que j'le [perds !»
Il parlait de son pucelage,
Vous aviez deviné, j'espère !
Gare au gorille !...

L'patron de la ménagerie
Criait, éperdu : «Nom de nom !
C'est assommant car le gorille
N'a jamais connu de guenon !»
Dès que la féminine engeance
Sut que le singe était puceau,
Au lieu de profiter de la chance,
Elle fit feu des deux fuseaux !
Gare au gorille !...


Celles là même qui, naguère,
Le couvaient d'un œil décidé,
Fuirent, prouvant qu'elles [n'avaient guère
De la suite dans les idées ;
D'autant plus vaine était leur [crainte,
Que le gorille est un luron
Supérieur à l'homme dans [l'étreinte,
Bien des femmes vous le diront !
Gare au gorille !...

Tout le monde se précipite
Hors d'atteinte du singe en rut,
Sauf une vielle décrépite
Et un jeune juge en bois brut;
Voyant que toutes se dérobent,
Le quadrumane accéléra
Son dandinement vers les robes
De la vieille et du magistrat !
Gare au gorille !...

«Bah ! soupirait la centenaire,
Qu'on puisse encore me désirer,
Ce serait extraordinaire,
Et, pour tout dire, inespéré !» ;
Le juge pensait, impassible,
«Qu'on me prenne pour une [guenon,
C'est complètement impossible...»
La suite lui prouva que non !
Gare au gorille !...

Supposez que l'un de vous puisse [être,
Comme le singe, obligé de
Violer un juge ou une ancêtre,
Lequel choisirait-il des deux ?
Qu'une alternative pareille,
Un de ces quatres jours, m'échoie,
C'est, j'en suis convaincu, la vieille
Qui sera l'objet de mon choix !
Gare au gorille !...



Mais, par malheur, si le gorille
Aux jeux de l'amour vaut son [prix,
On sait qu'en revanche il ne brille
Ni par le goût, ni par l'esprit.
Lors, au lieu d'opter pour la [vieille,
Comme l'aurait fait n'importe qui,
Il saisit le juge à l'oreille
Et l'entraîna dans un maquis !
Gare au gorille !...


La suite serait délectable,
Malheureusement, je ne peux
Pas la dire, et c'est regrettable,
Ça nous aurait fait rire un peu ;
Car le juge, au moment suprême,
Criait : «Maman !», pleurait [beaucoup,
Comme l'homme auquel, le jour [même,
Il avait fait trancher le cou.
Gare au gorille !...

Es a través de una ancha verja
que las féminas de la región
contemplaban a un potente
[gorila
sin preocuparse del qué dirán
con impudor, estas comadres
miraban con deseo un lugar [preciso
que, rigurosamente mi madre
me ha prohibido nombrar aquí
¡Cuidado con el gorila!

De repente, la prisión bien cerrada
donde vivía el bello animal
se abre, no se sabe porqué. [Supongo
que debían haberla cerrado mal.
El mono, saliendo de su jaula
dice «¡Hoy la pierdo!»
Hablaba de su virginidad,
como ya habían adivinado ustedes [¡espero!
¡Cuidado con el gorila!

El guardián de la casa de fieras
gritaba espantado «¡Dios mío!
¡Es terrible, pues este gorila
nunca ha conocido mona!»
En cuanto la femenina asamblea
supo que el mono era virgen,
en lugar de aprovechar la [oportunidad
¡salió echando chispas!
¡Cuidado con el gorila!

Incluso las mismas que hace un [momento
le examinaban con ojo decidido
huyeron, probando que no iban
del dicho al hecho.
Su temor era infundado, pues
el gorila es un juerguista
superior al hombre en la intimidad
¡Muchas mujeres se lo confirmarán!
¡Cuidado con el gorila!


Todo el mundo se precipita
fuera del alcance del mono en celo,
salvo una vieja decrépita
y un joven juez severo.
Viendo que todas se escapaban,
el cuadrúmano aceleró
su contoneo hacia las faldas
de la vieja y del magistrado.
¡Cuidado con el gorila!

«¡Bueno!» Suspiraba la centenaria
«que pueda desearme todavía
sería extraordinario
y, por decirlo todo, inesperado»
El juez pensaba, impasible,
«Que me tome por una mona
es complétamente imposible»
¡La continuación probará que no!
¡Cuidado con el gorila!



Supongan que uno de ustedes se [encuentre,
como el mono, obligado a
violar a un juez o a una antepasada
¿cuál de los dos escogerían [ustedes?
Si el azar me deparara un día
tal alternativa
es, estoy convencido, la vieja
quien sería el objeto de mi [elección.
¡Cuidado con el gorila!


Pero, por desgracia, si el gorila
en los juegos del amor vale mucho,
es sabido que, sin embargo, no [brilla
ni por su gusto ni por su inteligencia.
Cuando, en lugar de optar por la [vieja,
como cualquiera hubiera hecho,
agarra al juez de la oreja
¡y se lo lleva al monte!
¡Cuidado con el gorila!

La continuación sería delectable,
desgraciadamente, no puedo
decirla y es lamentable,
pues nos hubliera hecho reir un [poco,
pues el juez, en el momento [supremo,
gritaba «¡Mamá!». Lloraba mucho;
¡como el hombre al que ese mismo [día
había hecho cortar el cuello!
¡Cuidado con el gorila!



Existe una simpática versión española que pueden escuchar aquí.

Extra: les dejo a ustedes estos anaglifos, confiando en que sepan dónde guardaron las gafas apropiadas para apreciarlos en su tridimensinal belleza:


Los hice a partir de estas fotos estereoscópicas, procedentes de una encantadora página de taxidermia victoriana, con el programa Z-Anaglyph:



Y los he sacado del baul de los recuerdos gracias a un reciente post del Capitán Langstrump.

La capitular está montada sobre una foto tomada de aquí.
La celebración del día mundial del traje de gorila fue originalmente una propuesta de Bizácoras, a la que nos fuimos uniendo fervorosamente blogs no pertenecientes a dicha agrupación, hasta dar al evento la dimensión internacional que le es propia hoy en día.

domingo, 27 de enero de 2008

El simio, el gorila y el disfraz

Día mundial del traje de gorila 2008 (1)
en el traje de gorila confluye la simbología del gorila y, claro, la del disfraz. El resto del post es igualmente obvio, pero quisiera explicitar estos puntos, para tenerlos presentes, en vista de la próxima celebración del día mundial del traje de gorila:

El simio ha simbolizado siempre en las artes plásticas los instintos animales en los hombres; sus representaciones más frecuentes en el arte occidental, son o dando curso a estos instintos metafóricamente; en general robando fruta, o encadenado, significando así el dominio del ser humano sobre ellos. Otras veces, jugando con la misma idea, aparece parodiando actividades humanas. Veamos algunos ejemplos:

Jean-Baptiste Oudry nos pinta el tema recurrente de macaco robando fruta, símbolo ésta de la sexualidad, domesticada en un frutero hasta la llegada del simio

Brueghel el viejo pone a sus monos cautivos ante la libertad del horizonte marino: los barcos parten quizá hacia su lejano país de origen

El poeta y libertino John Wilmot se hace retratar coronando de laurel a un mono para significar que para él el instinto debía dejarse libre: el animal se sienta sobre unos libros, triunfando de la razón, a demás rompe uno de ellos y ofrece los despojos al poeta

Cuando por fin nuestra cultura descubrió el gorila -la primera mención en un escrito científico la encontramos en 1847, pero hubo que esperar hasta 1920 para su primera descripción sistemática por Carl Akeley- se adueñó inmediatamente de la carga simbólica del simio, añadiendo características propias que le dan una gran profundidad:
Su tamaño y su fuerza hacen que sea imposible dominar el instinto que simboliza y que este sea eminentemente sexual. Así, King Kong rompe las cadenas que contenían secularmente al simio y atrapa a la chica; la evidente carga sexual de la relación se subraya en la versión de 1976 con la sutileza que podemos ver aquí:

Tú Jane, yo Cheeta

De manera que se enriquece con el mito de la bella y la bestia: implica la fantasía de la sumisión sexual a un ser inferior o brutal, desde el punto de vista de la bella y la fantasía complementaria de la dominación sin límites morales o físicos, desde el punto de vista del gorila: ya tuvimos ocasión de hablar de estas fantasías en su momento.

¡Compañera humana para brutos de la jungla!
Ed. Wood también sacó partido al mito en su guión para La novia y la bestia

El mito precede a la descripción científica del animal, como prueba esta escultura de Emmanuel Fremiet, que lo imagina como un chimpancé a lo bestia: una piedra en una mano y una jamona en la otra ¿qué más se le puede pedir a la vida?

Añadamos ahora el significado del disfraz:
El disfraz libera al disfrazado de su propia personalidad: en un primer nivel sólo de la responsabilidad de sus actos, al hacerlos anónimos; en un segundo nivel, transfiriendo la personalidad del propio disfraz: como en los ritos africanos con máscaras, la persona deja de ser tal para pasar a ser el animal o el espíritu representado en la máscara.
Así pues, el humano disfrazado de gorila se inviste de la animalidad y del poder del gorila, con la carga sexual y de dominación que eso implica.


Suele asumirse que el elemento masculino es el gorila y el femenino el dominado, pero se puede subvertir, como en este fragmento de La venus rubia. Adivinanza ¿qué tiene en común Marlene con Zhora, la nexus 6?

Aunque estos elementos estén presentes en todo traje de gorila, en muchas películas predomina una nota burlesca: de esto nos ocuparemos en el post del próximo jueves.

La celebración del día mundial del traje de gorila fue originalmente una propuesta de Bizácoras, a la que nos fuimos uniendo fervorosamente blogs no pertenecientes a dicha agrupación, hasta dar al evento la dimensión internacional que le es propia hoy en día.

sábado, 19 de enero de 2008

Mazinger Rojo

aquellos parroquianos que vivieron su infancia en la España de los últimos setenta y primeros ochenta quizá recuerden encendidas discusiones en el patio del colegio entre partidarios del Mázinger Z televisivo y el Mázinger rojo que algunos afortunados habían visto en el cine del barrio. En los quioscos se encontraban tebeos de este robot gigante, cuyas portadas estaban ornadas con el dibujo de una película en el margen, lo que atestiguaba de su origen cinematográfico. Los más preferíamos al Mázinger televisivo, pero en aquel entonces las versiones en celuloide representaban a nuestros ojos con toda legitimidad la versión definitiva del personaje; Superman, Hulk y Spiderman se habían llevado a la pantalla por aquellas fechas con los resultados que conocen.

No teníamos entonces los elementos para dirimir esa discusión, faltos de Internet, hoy, por fin, podemos contar completa la compleja y apasionante historia del mecha rojo en cinco puntos:

El ópening y el ending de la serie japonesa; como vimos en su día, los ópenings se deben ser emocionantes y los endings líricos. Tutubeados originalmente por Akko1999. Si quieren ver la versión larga, la encontrarán aquí

1- Entre 1974 y 1975 Koichi Takano dirigió la serie de televisión Suupa Robotto Mach Baronu Baronu (Super robot Mach Baron).

Pueden ver arriba algunos personajes de la serie original japonesa (a la derecha) y sus equivalentes en el largometraje chino (izquierda). Abajo, el equipo chino al completo


2- En 1978 apareció la película a la que aludíamos al principio. Era una producción taiwanesa basada en la serie de Takano en la que se aprovechaba metraje de la original, concretamente las escenas con robots gigantes y maquetas de las bases. El director era Chang Ying, el reparto era chino y los nombres de los personajes pasan también a ser chinos; aunque tal vez no todos, porque hay algunos de los que se dice que son coreanos. Se distribuyó como The Iron Man, The Iron Superman, Roboter der Sterne, etc. según los países.


Dos ejemplos del merchanidising hispano que generó la película: un 45 r.p.m. con su emocionante música y unas páginas del libro

Dos ejemplos de merchandising nipón basado en la serie; un modelo para montar y otro en miniatura que lanza misiles, puños y se le mete el coche en el pie. Si quieren ver más, o comprar, aquí hay mucho

3- Llega dicho largometraje en España. Para Gofer Films, el distribuidor local, las similitudes del argumento con Mázinger Z no pasan desapercibidas -huérfano que pilota un robot gigante, villano despeinado que envía brutos mecánicos, puños fuera, etc.- y decide estrenarla con el título de la serie animada que, a la sazón, triunfaba entre la chiquillería y el subtítulo «El robot de las estrellas». Los personajes conservan sus nombres en el doblaje, salvo el malvado Gran Coordinador, que pasa a llamarse Dr. Infierno.

El pelo del gran Coordinador cambia de color según su humor: sus secuaces son fáciles de identificar; los oficiales llevan una cicatriz y los soldados van disfrazados de jugadores de fútbol americano. La versión en cómic introduce nuevos lugartenientes

4- Ante el descenso de ventas de su personaje estrella, Pumby, la Editorial Valenciana S.A. encarga al dibujante José Sanchís Grau una adaptación al cómic de esta película.

Algunos de los mechas con los que Sanchís hizo enfrentarse a su Mázinger.
Introdujo la innovación de la capa verde en el robot y sustituyó las siglas del cinturón, «MB
» de «Mach Baron», por «Mázinger-Z», para que encajara con el oportunista cambio de nombre operado por Gofer Films

También introdujo mechas buenos: Rodas-II y Adriana-D

5- La editorial pide a Sanchís que haga continuaciones de su propia cosecha, que se irán publicando bajo el título de Nuevas aventuras de Mazinger-Z el robot de las estrellas.
El prolífico dibujante valenciano hubo de introducir nuevos personajes; algunos villanos que guardaban similitudes con los del auténtico Mázinger, nuevos brutos mecánicos y robots amigos, como Rodas II y Adriana-D, equivalente de Afrodita A. La vida de Tin Yu, el equivalente de Koji Kabuto, daría un giro al descubrir que sus padres habían sobrevivido al naufragio donde los perdió en su infancia.

El combate entre Mach Baron y el robot que hundió el barco donde viajaban los padres de Tin Yu. Arriba la versión de Sanchís (tomado de aquí), pueden verlo completo abajo, en su versión cinematográfica


Junto con Robin Robot y el Soldadito Pepe, el gato Pumby es, sin duda, la creación más famosa de Sanchís

Tin Yu de pequeño y su madre ven acercarse a la muerte en forma de robot gigante desde su barco en la versión china. Abajo, momento de la anagnórisis en el tebeo de Sanchís: para facilitar las cosas al lector y a Tin Yu la mamá lleva la misma ropa que hace diez años

Y así fue, estimados parroquianos, cómo un robot japonés, pasado por Taiwán, vivió las nuevas y emocionantes aventuras que encontrábamos en nuestros quioscos ibéricos y de las que, seguramente, nunca tuvieron noticia en su país natal.

Podemos añadir un último y alegre punto a esta historia: recientemente se ha publicado una edición en DVD del largometraje ¡que lo disfruten!

Post relacionado: Encuentro con Nagai Gō

Para la investigación de este post se han consultado documentos de época y numerosas páginas en la red; a demás de las ya enlazadas, esta, donde hay una pormenorizada comparación entre la serie y el largometraje y de la que se han tomado las imágenes de la versión japonesa. También se han subido imágenes inéditas en la red procedentes del número 27 de la colección Nuevas aventuras de Mazinger-Z el robot de las estrellas, a demás de la carátula del disco. Sobre ese particular he de dar las gracias a mi querido amigo Antwein, que lo ha puesto a mi disposición y, a demás, me ha bajado la película china. Sobre José Sanchís, a demás de su entrada en la Wikipedia, se ha consultado esta entrevista y esta reseña. Ha sido de particular ayuda el más que recomendable blog La abadía de Berzano.

miércoles, 16 de enero de 2008

Caballeros y bribones

La legitimidad del capitán (y 2)

imos recientemente las leyes que regían las relaciones laborales en el seno de una tripulación pirata. El elemento de legitimidad más importante para la autoridad del capitán, elegido por sus compañeros para el cargo, era el prestigio; este se sustentaba en su habilidad para el mando y la navegación, éxito en las presas, carisma, etc. La violencia y el miedo que inspiraban, no solo a sus enemigos, sino también a sus hombres, era para algunos una baza importante de poder:

Roberts, con su recta conducta, era considerado por sus secuaces como moralmente superior y le tenían un gran respeto. Sustentado por esa autoridad llegó a ser el pirata de más éxito de la historia en número presas y duración de su carrera.
Misson, gran orador, convirtió a sus ideales comunistas a sus hombres, dando una base ideológica a su empresa: desde entonces abrió un horizonte que iba más allá de la mera depredación. Con el apoyo doctrinal de su segundo, Caracciolli, bajo la bandera de la libertad, liberaban esclavos y construían su utópica ciudad de Libertalia.


Otros, como Barbanegra o el Olonés, optaban por el método violento:
Es famosa la anécdota (transmitida por el capitán Johnson) del día que, sin razón alguna, Barbanergra cruzó las pistolas debajo de la mesa haciendo fuego, de manera que dejó tullido de por vida a uno de sus compañeros de mesa y hombres de confianza, Israel Hands. Explicó su gesto diciendo «Si de vez en cuando no os pego a alguno un tiro a alguno, olvidaríais quién soy yo».
Del Olonés nos cuenta Exquemelin mil crueldades, siendo la más señalada cuando interrogando a unos prisioneros españoles sobre un camino alternativo, libre de emboscadas, abrió el pecho a uno de ellos con su sable y le arrancó el corazón, con el que la emprendió a dentelladas: «Lo mismo os he de hacer si no me mostráis el otro camino» dijo.

A pesar de que los piratas «son muy civiles entre ellos mismos», como dice Exquemelín, no faltaron casos en los que las favorables condiciones salariales a las que hacíamos alusión el otro día fueron burladas por capitanes avariciosos:

Así, Barbanegra hizo embarcar todo el botín en la menor de sus tres naves, hizo encallar a su capitana y pidió ayuda a la tercera de las que tenía, sabiendo que embarrancaría también. Así las cosas, embarcó en la pequeña con sus hombres más allegados y abandonó a los demás llevándose el botín.
El corsario Henry Morgan hizo lo propio, abandonando a la mayor parte de sus hombres en la costa, sin naves ni provisiones y llevándose consigo el fruto del asalto a Panamá, en 1670.
El capitán Kidd timó a sus secuaces: dio una parte a cada uno de cierto botín que fue de 200 libras, reservando para sí cuarenta partes, es decir, ocho mil libras (si bien hemos de ser prudentes sobre este dato, ya que las noticias que da Johnson sobre Kidd han sido rebatidas por historiadores posteriores, en particular en lo relativo a la supuesta violación de los límites de su comisión real que le convertiría en pirata).

Ilustración al episodio en que el Olonés arranca el corazón a un prisionero en la edición orignial de 1678. Unas lineas más arriba, pueden ver un bucanero apuesto, según Howard Pyle

Ninguno de los dos métodos garantizaba nada en la azarosa vida pirata: Morgan fue nombrado sir y gobernador de Jamaica y murió rico a los 53 años; Roberts, como hemos visto, el pirata de más éxito, murió en combate a los 40, cumpliendo así su ambición de «Una vida feliz y corta». Misson vio desaprarecer su utópica Libertalia tras 25 años de existencia en una guerra contra los nativos y se hundió con su barco, poco después, en una tormenta. El Olonés fue devorado por los caníbales a los 39 años y el capitán John Philips, de gran habilidad y que navegaba bajo los ventajosos estatutos que vimos el otro día, fue arrojado por la borda por su tripulación, amotinada a pesar de nueve meses de éxitos.

La capitular está montada sobre un detalle de Mujer con loro, de Gustave Courbet.

sábado, 12 de enero de 2008

Vampira: diciembre 1921- enero 2008

Maila, por favor, no tardes en salir de tu tumba.

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Un dinosaurio en el Oeste

El valle de Gwangi (1)

i no han visto ustedes El valle de Gwangi y tienen la ambición de hacerlo desde la inocencia, por favor, sáltense los dos próximos párrafos, donde se cuenta la película.

Imaginen un western con un sabio explorador despistado, una bruja gitana con criado enano, circo y dinosaurios ¿Cómo unir estos elementos dispares? Ya lo han ustedes adivinado, sin duda, porque sólo hay una manera: el paleontólogo busca un valle donde quedan dinosaurios, los cowboys, que tienen un circo (en plan Buffalo Bill) deciden capturar uno para el espectáculo. Cuando lo consiguen y lo exhiben ¿qué puede ocurrir? por supuesto, se escapa y siembra el pánico en la ciudad; previa premonición de la bruja, claro.

Laceando a la bestia

Pero no quedan ahí las sorpresas; a medida que el dinosaurio va sembrando el pánico puede que reconozcan las calles de la ciudad, llenas de espantados mexicanos: resulta ser Cuenca, España (y por ende, los mexicanos conquenses). Si les quedan dudas desaparecerán cuando la bestia llegue a la magnífica catedral gótica ¡claro! ¡pero si el valle con dinosaurios era la Ciudad Encantada! Gran escena final con derrumbamiento catedralicio incluido.

El gótico normando en México resulta tan sorprendente como un dinosaurio en la Ciudad Encantada

No se crean ustedes, sin embargo, que la mayor baza de esta película es su extravagancia. El suspense está muy bien administrado; desde la presentación del eohippus, el caballo enano que vemos sólo agitándose en el interior de un saco en la primera escena, la acción fantástica se suspende un momento para la presentación de los personajes, mejor construídos que en la mayoría de las películas de acción; se nos dan elementos para especular que Tuck abandonó a la bella T.J. por que entonces no era más que un vagabundo y que la verdadera razón de su regreso es ella, ahora que ha hecho fortuna; aunque sea demasiado orgulloso para confesárselo a sí mismo. La relación de familia de los miembros del circo que pretenden proteger a T.J. de Tuck, en particular Carlos, valiente entre valientes. Presentación de Lope, exento, como Carlos, de los estereotipos habituales del cine gringo hacia los mexicanos, del paleontólogo, exento de las funciones de comic relief típicas en sabios despistados, etc.
















La escena en la que Carlos lucha con el monstruo alado ¿un quetzalcoatlus con alas de murciélago? en la versión al cómic de la película. A la derecha, un cartel de otro western con dinosaurios que podemos ver al final de Porco Rosso ¿Un guiño de Miyazaki al Valle de Gwangi?

Las pistas sobre los dinosaurios se van dando poco a poco, haciendo que el espectador vaya aceptando como verosímil lo inverosímil con gran sutileza... hasta el ataque del pterosaurio. Gran película de la que seguiremos hablando en un post próximo con vídeos y todo.

martes, 8 de enero de 2008

Otros mundos X

n la entrega de hoy encontramos el primer crossover de la colección que nos ocupa con la de Monstruos diabólicos; excelente excusa para mostrar el cromo en cuestión, procedente del blog de Rafa Toro especializado en esa colección en la que los artistas abrevaban, a veces, en fuentes ultramundanas. Pero no son los únicos que se basan en referentes gráficos evidentes, como veremos:


16. Diablo-gato orejudo.
Agilísimo corredor y trepador en los bosques de Foedus, puede oír deslizarse a una lombriz y a una hoja a kilómetros de distancia, es, por ello, un cazador formidable. Dicen que su aullido paraliza de terror a sus víctimas.

1. (de Monstruos diabólicos) Gato unicornio.










176. Don perfecto.
Así fue llamado este robot piloto, ingeniero, navegante espacial, constructor, médico, cirujano, músico y poeta. Tan perfecto que cuando se intentó programarlo como «kamikaze» con una bomba torpedo, se negó rotundamente.

A la derecha, Robby el robot, de la película El planeta prohibido.


177. Soldado biónico. En un intento de aprovechar los cuerpos mutilados, los transplantes y prótesis alcanzaron un auge casi morboso, hasta llegar, como en este caso, a la implantación de una cabeza artificial a alguien que había perdido la suya.

A la derecha, Ultramán.

La imagen de la letra capitular está tomada de aquí.