sábado, 30 de julio de 2022

The Sandman

Salud, parroquia del Predicador Malvado. En pocos días comienza la serie The Sandman, adaptación del cómic de Neil Gaiman. Si quieres saber algo del material de origen antes de verla, aquí os lo cuento:
 
Quién es Sandman. 
Es una personificación del sueño, una entidad aparecida en el momento en el que la primera criatura, en un remoto pasado, soñó por primera vez y que existirá hasta que la última criatura del universo sueñe por última vez. De ahí el nombre «Sandman» el hombre de arena que, según el folclore de muchos países, derrama el sueño sobre los ojos de los niños al llegar la noche, pero también, aunque no es un dios en sentido estricto, a menudo le llaman con los nombres de diferentes dioses de los sueños: Morfeo, Oneiros… Incluso hereda alguno de sus atributos, como las puertas de marfil y hueso que, según griegos y romanos, tenía el reino onírico.
 
Pues son dos las puertas de los ensueños de la imaginación. Una está hecha de cuerno, y la otra de marfil. Los sueños que llegan por la del tallado marfil, ésos son engañosos. Traen palabras que no se cumplen. Los que llegan por la puerta de pulido cuerno, ésos aportan hechos verídicos, cuando un mortal los atiende.
(Homero, La Odisea, v. 559 y siguientes. Traducción de Carlos García Gual).
 
Sin embargo, su nombre más frecuente es, simplemente, Sueño. La trama establece una compleja mitología con cientos de entidades, entre las que se cuentan dioses y héroes de antiguas civilizaciones que van perdiendo poder a medida que los hombres los olvidan (un concepto que le gusta mucho a Gaiman y que muchos habréis visto en American Gods (Novela, 2001, serie en Starz 2017-2021). No solo dioses: muchos otros personajes legendarios (Caín y Abel, el duende Puck, etc). Un sincretismo que le gusta a este autor, ya vimos, por ejemplo, al Marqués de Carabás conversar con un ángel en Neverwhere (Miniserie de la BBC Two, 1996, novelización publicada el mismo año). De manera que pueden, por ejemplo, coexistir varias versiones de dioses del trueno de diferentes culturas, mientras que otras se amalgaman (es lo que ocurre con las diferentes versiones del trío de tejedoras del destino de los hombres: las Nornas, las Parcas, las Moiras, las tres brujas de Macbeth, etc.).
 
Alexander Rothaug - The Three Fates
 
Las entidades más relevantes son los Eternos (los «Sin fin», si se hubiera traducido literalmente el original: «Endless»). Son siete hermanos, entre los que se cuenta Sueño. Aquí tenéis una lista de todos ellos, como veis, en versión original todos comienzan con la letra ‘D’, lo que contribuye a presentar al grupo como una especie de sistema coherente

Me he permitido pegar los nombres en esta versión chibi de Jill Thomson

A la que más veremos, a parte de a Sueño, es a su hermana mayor, la más simpática del grupo: Death (Muerte), que existe desde un remoto pasado, cuando una criatura primigenia murió, y desaparecerá cuando… etcétera.
 
¿Qué historia nos cuenta? 
La serie regular consta de diez historias (contadas en 75 números), a las que hay que añadir varios especiales y un montón de spin-offs. Como es lógico, la serie televisiva se basará principalmente en la primera de estas historias, con el chopiniano título (si me permitís el palabro) de «Preludios y nocturnos» (1988), aunque se ha filtrado que habrá también elementos de la segunda, «La casa de muñecas» ¿Título Ibseniano?

 
Portada de Dave McKean

Orson Scott Card dice que es difícil escribir que personajes demasiado poderosos hagan cosas interesantes (How to Write Science Fiction & Fantasy, Scott Card 1990, p. 71). Si recordáis al dios Ra de Stargate (película de Dean Devlin y Roland Emmerich, 1994), hasta la llegada de los héroes, parecía no tener otra ocupación que languidecer eternamente en su diván en un ambiente vagamente homoerótico. La verdad es que Gaiman lo hace estupendamente, da pertinentes limitaciones al poder de sus criaturas, que hacen que sus problemas sean interesantes. El punto de partida es que Sueño es atrapado por el líder de una secta (quien juega con poderes que no comprende), y es retenido cautivo por 72 años (de 1916 a 1988, pero creo que en la serie lo aumentarán, para acercar los eventos a la actualidad). Esto, en realidad, fue un error, este mago no pretendía capturar a Sueño, sino a su hermana Muerte, para hacerse inmortal. Cuando por fin escapa de su prisión, débil como se encuentra, Sueño ha de tomar venganza, recuperar ciertos objetos mágicos que le habían sido robados y restaurar la tierra de los sueños, que había decaído en su ausencia. Esas empresas le llevarán a enemistarse con Lucifer rey de los Infiernos, a enfrentarse con algunas de sus propias criaturas oníricas, que habían escapado de su reino (como la pesadilla conocida como el Corintio) e incluso a colaborar con otros héroes de DC cómics, como el Detective Marciano o John Constantine. Por cierto, que a John Constantine le cambian por Johanna Constantine en la serie, lo que me produce sentimientos encontrados: que haya sido trasplantada la actualidad nos permite ver más al personaje, lo que me encanta, pero significa que nos perderemos sus aventuras en el s. XVIII, lo que me entristece.

¿Pero por qué son tan interesantes estos cómics?
Es un cómic muy rico y puede interesar a cada cual por diferentes motivos. Personalmente, creo que resulta muy satisfactoria la mitología que crea: a todos nos gustaría que el reino de los sueños existiera, tal como aparece en la historia, o que la muerte sea tan empática y agradable como la que vemos. Los personajes, tanto los protagonistas como los secundarios (hemos visto en el anuncio de la serie a Constantine y a Hettie la Loca), son interesantes. Bueno, no todos: Thor es espantoso… y muchos me odiarán por decir esto, pero los dibujos de la serie regular son horribles, aunque mejoran poco a poco. No entiendo cómo tienen tantos admiradores. Cosas de los noventa.

Incluso los más acérrimos admiradores de esta serie de cómics tendrán que admitir que los dibujos de Loki (a la izquierda), Odín (centro) y ya no digamos Thor (a la derecha) son horrorosos.


También es muy seductora la intrincada red de referencias culturales, desde luego, mitológicas, pero también literarias (¡Pero si hasta Shakespeare aparece como personaje varias veces!). Además, si bien los arcos de cada una de las historias se pueden leer independientemente, todas están entrelazadas y llenas de información que tomarán sentido en un final coherente. Gaiman es muy hábil sacando partido de eventos históricos reales, como la misteriosa «enfermedad del sueño» que aquejó Europa tras la Primera Guerra Mundial, y que aquí se explica como una de las consecuencias de que sueño estuviera prisionero. Desde luego también se alude a la famosa canción Mr. Sandman (Mr. Sandman, escrita por Pat Ballard y publicada en 1954. Grabada, en primer lugar, por Vaughn Monroe & His Orchesta) y a muchas otras referencias culturales relacionadas con los sueños. También saca partido de los diversos personajes que, a lo largo de la historia de DC Cómics, han tomado el nombre de «Sandman», todos ellos tienen un espacio en la historia y una explicación de porqué se llamaban así. Uno de los Eternos, Destino, era ya un personaje de DC Cómics que retoma, creado por Marv Wolfman y nada menos que Bernie Wrightson en 1972. Era Destino quien presentaba las historias en Weird Mystery Tales. No es el único personaje que procede esos viejos cómics: el cuervo Matthew, Caín y Abel, el bibliotecario Lucien... Otros vienen de las historietas de superhéroes, como el villano Doctor Destiny, Lita y... bueno, enumerar todos los detalles llevaría mucho tiempo.

¿Qué esperar de la serie?
El propio Gaiman está involucrado en el proyecto y el reparto me encanta: el rollo flacucho, fibroso y emo de Sueño es tal como me lo imaginaba... Muerte empática... Lucien tan estoica y burocrática como era de esperar... ¿Y el campo del violín? Bueno, estoy entusiasmado con la aparición de Stephen Fry ¡y con Mark Hammil como el tipo con cabeza de calabaza! Y los decorados: habiendo visto la sala del trono del reino de los sueños, estoy deseando ver la Biblioteca de los libros nunca escritos y el Jardín de senderos que se bifurcan, donde vive Destino. Yo voy con ganas ¿Y vosotros?