lunes, 25 de junio de 2007

Blood Maid

ace una semana encontré una galería de cuadros modificados con Photoshop. En realidad se trataba de una especie de concurso que proponía integrar monstruos cinematográficos en cuadros clásicos. La verdad es que hay algunos muy pintones y me ha inspirado para hacer uno yo mismo; creo que ha quedado bastante chungo:


Comparar estas obras con los originales en los que se basan (en mi caso De Melkmeid de Vermeer) me ha hecho pensar en otra de las interesantes secciones del Gatochy's blog (del les recomendé «Guess the Work of Art» hace tiempo) «Image Association», en la que pone en paralelo dos imágenes similares, sea por casualidad, sea por inspiración directa de una en la otra. Para que se hagan una idea les propongo yo una de mi cosecha:


















Reconocerán a la izquierda el cartel de la lamentable versión americana (2006) de Kairo (2001) y a la derecha la pesadilesca escena de Laberinto (1986) del gran Jim Henson en la que Sarah (Jennifer Connelly) cae en un profundo olvidadero negro hecho a base de manos.

Una variante de la sección se titula «Celebrity Look Alikes», he aquí el ejemplo propio:

Walt Disney se inspiró en Joan Crawford para su malvada Reina de Blancanieves, según se dice, con algún rasgo de Greta Garbo.

Feliz verano, estimados parroquianos.


viernes, 22 de junio de 2007

Colombo 1: estructura

ace algún tiempo, a propósito de Doraemon, hablamos de las series de estructura fija. Hoy vamos a estudiar la de Colombo. Hemos escogido el segundo capítulo de la tercera temporada Tormenta en cualquier viejo puerto por tres razones; es un capítulo canónico (se adapta a la estructura más general de los capítulos de la serie: casi todos lo hacen) es el favorito de este servidor de ustedes y se cuenta entre los favoritos en diversas listas de diferentes clubes de aficionados disponibles en la red (como ésta o ésta), así como del propio Peter Falk.

Los capítulos se dividen en dos partes: antes y después de que aparezca Colombo:

Antes de Colombo:
-Se ponen en escena los personajes; la víctima y el asesino: (o asesinos en algunos casos) y se describe su entorno; siempre pertenecen a la clase alta de Los Ángeles.
En el capítulo que hemos tomado como ejemplo éstos son:
Adrian Carsini (Donald Pleasence) dueño de un pequeña bodega especializada en vinos de gran calidad pero poco rentables. Orgulloso de su tradición familiar y verdadero amante del vino.
Rick Carsini: medio hermano de Adrian y propietario de los viñedos. Rick es un playboy derrochador y deportista que pretende sentar cabeza tras su próxima boda. Su falta de sensibilidad le lleva a confundir la búsqueda de la excelencia de su hermano con esnobismo.
Se presentan de modo que Adrian resulte más simpático para el espectador que su hermano; el asesino simpático es una originalidad de algunos capítulos de esta serie.

-Se plantea el móvil: siempre acorde con la condición social de los personajes; hacer callar a una amante, venganza, eliminar un rival, etc.
Aquí, Rick ha decido vender las tierras a otra bodega para disponer de capital para su vida matrimonial.

Intentar despojar a su hermano de lo que más ama fue su último error.

-Planificación, asesinato y ocultación de pruebas: suele tener aspecto de ser un crimen perfecto con coartadas inatacables.
Cuando Adrian se entera del plan de su hermano monta en cólera y acaba golpeándolo en la cabeza dejándole sin sentido (no hay planificación previa en este ejemplo). Tras terminar una degustación que había comenzado antes con unos amigos y hacer marchar a su secretaria, ata a su hermano y le abandona en la bodega herméticamente cerrada tomando la precaución de cortar la ventilación eléctrica. Adrian va a Nueva York una semana para una subasta de vinos, de esta manera, el asesino estaba en Nueva York el día de la muerte. A su regreso viste el cadáver de su hermano con su equipo de submarinista y le echa al mar para simular un accidente de buceo (bastante verosímil, ya que se trataba de asfixia y no de ahogamiento, aunque una autopsia revelaría algunas diferencias entre una asfixia en tierra y una en mar, como explica Shora en los comentarios de un post sobre el particular).

Después de Colombo:
Colombo entra en escena: suele llegar a la escena del crimen, donde ya los policías de uniforme están trabajando. Aquí, sin embargo, es alertado previamente por la prometida de Rick, inquieta por su desaparición. Posteriormente llega a la costa donde se encuentra y se identifica el cadáver.

Las pistas: el teniente se fija en pequeños detalles que posteriormente se revelarán capitales, pero de momento se mantiene discreto. En este caso le parece que algo no encaja en el descapotable de Rick.

¿Un hombre que adora su coche dejaría la capota bajada?

Primeras conclusiones de la policía: al principio concuerdan con los planes del asesino; aquí, efectivamente, la policía concluye en un primer momento que Rick había perdido el conocimiento mientras buceaba golpeándose con una roca y que murió por asfixia cuando el oxígeno de las botellas se agotó.

Contacto con el asesino: Colombo se pega al asesino y ya no le deja tranquilo en el resto del capítulo. En éste se aprovecha para mostrar diferentes aspectos del funcionamiento de una bodega hasta que da con Carsini en el laboratorio.

Investigación: consiste en persistentes interrogatorios al asesino (cuando parece que ya va a acabar siempre hay «sólo una cosa más»). También a veces comparte Colombo sus reflexiones con terceros personajes (un policía, un camarero, etc.). También puede acudir a especialistas para informarse de algún asunto técnico (aquí va a una vinería para aprender a degustar). En ocasiones el teniente traba amistad con el asesino, lo cual tiene interesantes consecuencias desde el punto de vista moral y social de las que quizá nos ocupemos algún día. El capítulo que nos ocupa es el primero en el que se establece esta relación.

«The two men shared something in common; an admiration for excellence».

Peter Falk


Trampa final: Colombo no tiene más que pruebas circunstanciales; sabe quién es el asesino, pero no tiene elementos suficientes para detenerle. El teniente se las ingenia para tenderle una trampa y obligarle a confesar.

La de este capítulo es realmente magistral: Colombo invita a cenar en un buen restaurante a Carsini y a su secretaria (que ha adivinado todo pero le encubre por amor) supuestamente como desagravio por las molestias. Para el postre Colombo escoge un vino excelente y rarísimo; con gran asombro de Carsini cuentan con él en el restaurante. Cuando lo degusta su emoción se convierte en cólera; la ola de calor de la semana anterior lo había estropeado.
En realidad la botella procedía de su propia bodega; que estuviera estropeado probaba que la ventilación estuvo cortada durante la ola de calor. La ironía está en que Carsini era uno de los pocos paladares capaces de notar el defecto en el vino, acusándose a sí mismo.

Colombo se pone de acuerdo con el sommelier

Nos gusta que nos cuenten la misma historia: si visitan ustedes las listas de capítulos favoritos enlazadas previamente verán que los capítulos más valorados suelen ser los que mejor se adaptan a la estructura canónica.

En relación con la estructura clásica del whodunit la más notable de sus originalidades es, por supuesto, el hecho de que se conozca al asesino desde el principio.

martes, 19 de junio de 2007

S'ha muerto el Fary (en homenaje)

es propongo que vean hoy este clásico de Faemino y Cansado convertido en efeméride por la fuerza trágica de las circunstancias:

lunes, 18 de junio de 2007

El ganster de Tatooine: actualizado

omo complemento a la entrada sobre Oola la esclava, es necesaria una pequeña reflexión sobre su amo Jabba Desilijic Tiure, más conocido como Jabba el Hutt:

Como mencionamos en los comentarios a la entrada sobre Oola, el sadismo procede de la inseguridad ante el compañero sexual; una necesidad de dominio y una inseguridad que cada cual ha sentido en algún momento. Del mismo modo las fantasías de sumisión proceden de la misma inseguridad, aunque en este caso se prefiera delegar toda responsabilidad de iniciativa en el otro. Si bien estos sentimientos son comunes, no es tan fácil confesárlselos a sí mismo y es ahí donde radica la fascinación que ejerce esta escena, que viene a removerlos en lo más hondo del espectador.

Todo el palacio de Jabba se puede interpretar como una proyección del personaje: toda esa corte que le adula y le protege (¿por qué necesita ser reconfortado?) ese monstruo subterráneo que representa su lado más violento y primitivo. Jabba domina un imperio criminal desde su aislado palacio del desierto, yaciendo inmóvil en un diván de piedra; es un genio intelectual sin piernas, sin movilidad física. Sus esclavos y sirvientes están para suplir esa impotencia. Su inseguridad sexual está, por tanto, bien fundamentada.

Origen iconográfico: como jefe del crimen organizado, los creativos le asociaron con Ferrari, el personaje de Sydney Greenstreet en Casablanca, donde controlaba el mercado negro. Esto le confirió desde el principio su aspecto obeso. Ambos viven en el desierto y fuman en narguile; el palacio de Jabba recuerda al Rick's Café (y al propio café de Ferrari, The Blue Parrot) hormigueante de tipos fuera de la ley y clientela exótica, lugar de chanchullos. También lo soportan arcos y la luz del desierto entra filtrada por estrechas ranuras.

Laszlo e Ilsa están dispuestos a todo por salir de Casablanca

Avatares: ha sufrido tres, como es bien conocido: el primero murió en proyecto, ya que la escena en la que aparecía en el episodio IV, interpretado por Declan Mulholland, no pasó al montaje. Cuando en El retorno del Jedi fue interpretado por una marioneta de látex se pudo exagerar su presencia masiva y sudorosa; esta imagen es la que ha marcado la cultura popular. Su tercer aspecto fue la versión digital del anterior. A muchos aficionados no les gustó; daba menos miedo: resulta más pequeño y ágil, más humanoide (recordemos que su inmovilidad era parte importante de la fascinación que provoca el personaje) y no rechista cuando Han Solo le pisa el rabo ¿qué clase de mafioso lo permitiría?

Declan Mulholland en el papel de Jabba

Estampa clásica del personaje
con Leia en el lugar de la infortunada Oola

Versión digital

Para acabar, les dejo con dos interpretaciones del personaje:

Viñeta de una historieta dibujada por Jim Woodring

En lego, tomada de aquí

Actualización: la idea de que Jabba procede de Sydney Greenstreet la encontramos en las declaraciones de uno de los creativos en un documental televisivo. Con el afán de declarar nuestras fuentes hemos estado buscando sin éxito el fragmento en la red; sin embargo estos dos vídeos pueden ilustrar muy bien la presente entrada:

En éste vemos un fragmento de la escena original desechada con Declan Mulholland en Una nueva esperanza.

Y en este otro vemos la primera versión del Jabba digital en la misma escena, añadida con los retoques en 1997, tal como lo vimos los que acudimos al cine y pasó a la edición laser disc. Recordando el aspecto de arenque del personaje se comprende mejor la decepción de los espectadores. Se compara con la edición DVD de 2004, en la que lo arreglaron un poco.

viernes, 15 de junio de 2007

Paprika

Si han visto ustedes el anuncio de el cuarto largometraje de Satoshi Kon se habrán hecho una idea del barroco desenfreno visual que propone. Es un rasgo característico de muchos animé que suele acabar en gran explosión final. Esto, por supuesto, hace que los espectadores neófitos se vean desbordados y que incluso los más curtidos lo identifiquen, en ocasiones, como un exceso. También se anuncia que los personajes pasan de los sueños de unos a los sueños de otros en desconcertante mezcla con la realidad.

 

Con estos elementos, a pesar de los precedentes del director, se podría pensar que el resultado sería un barullo infumable o, al menos, sería legítimo preguntarse cómo se las apaña para dar estructura a todo ese maremágnum.

Pues lo consigue nada menos que dando profundidad a los personajes:

La acción comienza presentando el DC mini; un dispositivo que permite a un terapeuta ver y grabar los sueños de los pacientes que está en fase experimental.

El apartamento de Himuro ¿víctima o culpable? en todo caso un frikazo

El conflicto lo provoca el robo de uno de estos dispositivos, lo que podría ser muy peligroso, sobre todo desde que se verifica que los sueños del usuario se inducen como alucinaciones en otras personas. Hay que recuperarlo cuanto antes. Como ven, el punto de partida es la búsqueda del Macguffin de toda la vida. Sin embargo, la acción irá complicándose y revelando los problemas internos de los personajes; estos irán tomando conciencia de ellos un paso por detrás del espectador y, si al final los villanos son castigados, los buenos adquieren un mayor conocimiento de ellos mismos y asumen conflictos hasta entonces inconscientes. De esta manera la materia psicoanalítica es mucho más que una excusa argumental, para convertirse en el meollo de la cuestión.

Dr. Tokita; un genio con obesidad mórbida

Así pues ¿qué esconde el rechazo al cine del detective Kogawa? Si tan poco le gusta ¿por qué conoce la terminología técnica? ¿qué le llevó a ser policía? ¿Cuáles son los sentimientos de la atractiva doctora Chiba por el mastodóntico, pero genial, doctor Tokita? ¿y los de Tokita por Chiba? ¿El Dr. Osanai tiene tan bien asumida su mediocridad dentro de un equipo de genios como parece? El señor Inui, dueño de la empresa, parece un sabio pero ¿quién podría asumir la vejez y la discapacidad motora que le aflige?

A todas esas preguntas y otras muchas van dando respuesta la acción y los diálogos (cuyos dobles sentidos se escapan a los personajes, pero son reveladores de su inconsciente) en una estructura impecablemente hilvanada.

También se puede ver Paprika como ejercicio cinéfilo:

El personaje de Inui Sei-jiroh, inmovilizado en una silla de ruedas, está asociado a las plantas, por su inmovilidad, en todas las escenas en las que aparece; está inspirado en el general Sternwood de El sueño eterno quien oxidaba su silla de ruedas en un caluroso invernadero.

El origen iconográfico del millonario

Las imágenes de los sueños están a menudo tomadas de clásicos (Vacaciones en Roma, Sólo se vive dos veces, Tarzán, etc.) así como algunas de las personalidades que toma Paprika (el Rey Mono y Campanilla).

La avenida de los cines; escenario recurrente en los sueños de Kogawa
Partes de la acción transcurren en el exterior de un cine o en la misma sala, en particular la escena en que Kogawa, en plena imitación de Kurosawa, explica estupendamente lo que es un salto de eje (que no es tan fácil). La relación entre el cine y los sueños se subraya permanentemente.

Bonito homenaje a Akira Kurosawa
Estas reflexiones están lejos de agotar la película (por ejemplo, está llena de referencias críticas a la sociedad de consumo y a la cultura japonesa): Paprika es un placer que aumenta en sucesivos visionados.

martes, 12 de junio de 2007

Danza y muerte de Oola la esclava

l momento con más fuerza sexual de la saga StarWars fue -con permiso de la princesa Leia en su bikini dorado- la última danza de su predecesora en el puesto de esclava favorita y su nefasta consecuencia:

Su amo, Jabba el Hutt se había excitado terriblemente y requirió el contacto físico de Oola tirando de la cadena que ceñía su cuello. No era el momento de resistirte bella Twi'lek; Jabba abrió la trampa bajo sus pies arrojándola al foso donde, bajo la vista de los asistentes, fue devorada por la gigantesca bestia que los demonios llaman Rancor.

A los ¿pies? de su amo

El día anterior había sido buena chica
Según se cuenta, hubo escenas rodadas inicialmente en el pozo de Rancor que fueron cortadas en la versión que llegó a las salas por problemas de metraje. En el montaje retocado de 1997 hubo buenas y malas noticias: no se recuperaron las escenas del pozo; volvieron a llamar a Femi Taylor para que interpretara su viejo papel con el fin de añadir algunas escenas de baile; Femi estaba tan guapa como durante el primer rodaje (catorce años antes); el nuevo montaje de la escena con bichos cantarines y nueva canción pierde la mayor parte de la carga erótica del original. Esta mutilación es nefasta, ya que era esa escena la que redimía el episodio VI de su exceso de ositos.

Una esclava no debe resistirse a su amo

Oola en el pozo

Rancor la encontró tierna, habituado a mascar gamorreans

Oola ante su destino

No hemos encontrado la escena original, pero un aficionado ha hecho el siguiente montaje con todo lo que ha encontrado de ella:



Tutubeado originalmente por Kingfran77

En esta reformulación de la bella y la bestia se consuma el acto.

sábado, 9 de junio de 2007

«Eran uno dos y tres...

os famosos mosqueperros»: como recordarán seguramente muchos de ustedes así comenzaba la presentación de la serie de dibujos que narraba las aventuras de estos personajes y, ante todo, del «pequeño d'Artacán» quien «siempre iba con ellos».
Este servidor de ustedes está volviendo a verla en YouTube, ya que un cierto Pumekerus se ha currado subirla entera; empezó hace diez meses y le quedan un par de capítulos.
Para abrir boca aquí tienen la presentación de Wan-Wan Sanjushi (ワンワン三銃士):



Porque la serie en cuestión era una coproducción hispano-japonesa, aunque en su momento se disimuló sibilinamente la participación nipona en el proyecto al público hispano, hoy sabemos de qué se ocupó cada uno con una simple visita a la Wikipedia. En todo caso fue un gran paso adelante para la animación española y BRB Internacional, la productora de Claudio Biern Boyd, quien fue también uno de los responsables del guión. Estaría dispuesto a apostar a que del lado español procede el marcado sabor picaresco de los primeros capítulos.


Thaïs me parecía guapísima, a mi hermana le gustaba Sherlock

El éxito en Europa de series japonesas como Mázinger Z o Heidi animó a los productores a hacer negocios con Japón, de donde salieron clásicos como La abeja Maya (en coproducción con Austria), Ulises 31 (con Francia) y Sherlock Holmes, ideada por el único y genial Miyazaki con participación italiana. Así se escribía la historia del arte de final de siglo.

jueves, 7 de junio de 2007

El sexo de los curas

uchas son las formas del sexo. En estos días primaverales muchas especies se dan con placer y alegría a la actividad que más aprecian. Aunque la capacidad mental excepcional de los humanos nos permite encontrar imaginativas variaciones, hay que admitir que el arte a penas ha llegado a superar las posibilidades que la naturaleza ha encontrado por sí misma: masturbación (mutua y solitaria) sexo oral, sodomía, homosexualidad, bisexualidad, sexo en grupo, etc. son prácticas corrientes en el reino animal (cf. este artículo si no tienen tiempo, pero estos tres son apasionantes; 1, 2 y 3). A menudo en los animales el placer se ha asociado al sexo: lo que evolutivamente es un refuerzo para asegurar la descendencia ha hecho de él algo más que una mera función reproductiva.

Hay una práctica, sin embargo, exclusiva de los humanos: consiste en encerrarse de por vida en grupos homosexuales (entiéndase en el sentido etimológico del término «del mismo sexo») bajo juramento de no mantener contacto sexual alguno. Naturalmente es una práctica minoritaria pero ¿qué razones pueden llevar a una persona a actuar de esta manera antinatural? Un profundo análisis multidisciplinar sería necesario para responder esta pregunta; conformémonos aquí con esbozar algunas hipótesis:

A pesar de lo sano, divertido y necesario del sexo hay que señalar igualmente que su aprendizaje y práctica resulta difícil y lleno de los peligros y tormentas interiores que han generado toda la literatura psicoanalítica. Es fácil concluir que el celibato y la reclusión son intentos de escapar de esas tribulaciones.

Hay que tener en cuenta el aspecto social: durante siglos en nuestra cultura (y en otras también) se ha considerado negativamente el sexo, como algo sucio y degradante (bajos instintos). Innumerables personas han vivido angustiadas por la culpabilidad, creyendo que sus impulsos sexuales eran algo impuro (como era un asunto del que no se hablaba podrían creerse que eran excepciones anormales). Imaginen el caso, sin duda habitual, de una mujer que para escapar de su apetito sexual se metiera a monja ¡qué sufrimiento! En este contexto es fácil adivinar que cuanto mayor es el rechazo del medio hacia los sentimientos de un individuo, mayor su necesidad de huir de ellos; tomar los hábitos se convierte así en la solución más evidente para un homosexual creyente.

Seminaristas jugando al fútbol, Madrid, 1959.
Fotografía de Ramón Masats (Premio Nacional de Fotografía 2004)

El sufrimiento de estas gentes es horrible, pero lo peor es que, de víctimas, se convierten en verdugos, expandiendo las doctrinas que les han llevado a sus triste situación. Por otra parte su intento de huir del sexo (de la realidad) es inútil, derivando en prácticas disimuladas que se benefician del secretismo y la estructura jerárquica de las instituciones eclesiásticas; los que tienen una posición de fuerza hacen padecer a los más débiles. Así, cuando surgió el escándalo, hace unos años, de las monjas violadas por misioneros en África, en sus denuncias aclaraban que sólo lo habían hecho cuando el sexo con nativas se había hecho demasiado arriesgado a causa del aumento del sida; las nativas no decían nada; las monjas a menudo también callan, obligadas por sus jefes, aunque no todas: tras la publicación de informes como los de la hermana María O'Donohue y el de Maura Mcdonald, el Vaticano se ha visto obligado a reconocer el fenómeno. Similar relación con la ocultación y las estructuras de dominación tienen los casos de pedofilia perpetrados por sacerdotes. Lejos de constituir escándalos aislados se trata de un fenómeno general que moviliza importantes sumas de dinero vaticano (para su encubrimiento) y la generación de una normativa interna (para su encubrimiento); el documento titulado Crimen Sollicitationis. Sobre este particular les recomiendo el escalofriante documental divulgado recientemente en Razón atea. Fernando G. Toledo, en los comentarios a ese post, menciona otro elemento para explicar la abundancia de casos; el efecto llamada que provoca en los pedófilos una poderosa institución dispuesta a encubrirlos.

Acabamos con dos referencias a las epístolas de Pablo:
El concepto, tan caro al lenguaje curil de «contra natura» procede de Romanos 1, 26: Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; aunque con ello se refieran a prácticas completamente naturales, como hemos visto.

La actitud del cristiano ante el sexo se legisla en 1 Corintios 7, 7-9: Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo [célibes]. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, uno de esta manera y otro de aquélla. A los solteros y a las viudas digo que es bueno para ellos si se quedan como yo. Pero si carecen de dominio propio, cásense; que mejor es casarse que quemarse. Es decir, que lo mejor es evitar el sexo, pero si no puedes, cásate para tener a tu cónyuge a mano para momentos de debilidad, cuando no te aguantes. Tipo sano donde los haya el bueno de san Pablo.

domingo, 3 de junio de 2007

De capa y espada

Toda película de aventuras que merezca ese nombre ha de tener duelos a espada. Estas escenas constituyen un género a parte con sus propios códigos. El más eximio espadachín del cine mudo fue Douglas Fairbanks: hizo del Zorro, de d'Artagnan, de pirata, de ladrón de Bagdad, y un sin fin de papeles que le permitieron lucirse descolgándose por cortinajes, dejando caer lámparas sobre sus adversarios, haciendo saltar botones y todos esos trucos que se convirtieron en los tópicos del género (su Zorro está completo en Google vídeo; vean como sus persecuciones por tejados son claros precedentes del yamakasi).

Esta tradición fue continuada por Errol Flynn; su duelo en El Capitán Blood contra Basil Rathbone pueden verlo en la entrada dedicada a este actor. Cruzaron de nuevo sus aceros en Robin hood.

Los duelos suelen tener un tono ligero, llegando a veces incluso a lo burlesco (por ejemplo en el primer encuentro de d'Artagnan junto los mosqueteros contra la guardia del cardenal Richelieu en la versión de Gene Kelly) no nos ocupamos aquí de la tendecia seria y dramática; ésta ha de ceñirse más a la realidad histórica (normalmente se toman muchas licencias, como veremos) pero conviene destacar el enfrentamiento final de Las amistades peligrosas en el que, aunque el vizconde de Valmont busca la autodestrucción, se ve claramente que en un duelo auténtico predominaba el miedo de que te pinchen (quizá precisamente porque no se trata de una película de aventuras). En Los duelistas, la versión al cine que hizo Ridley Scott de la novela homónima de Joseph Conrad, podemos ver la reconstrucción minuciosa de los diferentes tipos de duelo que se practicaban en el s. XIX.

Flynn y Rathbone se afrontan en una playa del Caribe

Pero vamos a lo divertido, que es ver cómo se baten; en primer lugar podemos disfrutar del gran duelo de Scaramouch. Tiene fama de ser el más largo de toda la historia del cine:



Es interesante ver cómo se agotan las posibilidades del espacio; se pasa de la escena a los palcos, pasando por las cornisas, pasillos, escaleras y balaustradas, hall, patio de butacas, hasta, de nuevo, la escena y hasta las bambalinas, cortan cuerdas de lastres, bastidores, etc.

Vemos también una de las licencias más habituales en la esgrima de este tipo de películas, que es combinar ataques propios del sable, con el filo o el contrafilo, con armas de punta, con el fin de dar mayor espectacularidad.

Otro duelo que quisiera compartir con ustedes es el de La princesa prometida en el que se enfrentan Íñigo Montoya y el misterioso Hombre de Negro:



Lo gracioso es que los maestros de esgrima que citan durante el duelo son todos auténticos, si bien la esgrima que practican no tiene que ver gran cosa con la que éstos enseñaban. Para mayor comodidad trasncribimos el diálogo:
Man in black:  Well, I-I certainly hope you find him someday.
Íñigo:
You are ready, then?
Man in black:
Whether I am or not, you've been more than fair.
Íñigo:
You seem a decent fellow. I hate to kill you.
Man in black:
You seem a decent fellow. I hate to die.
Íñigo:
Begin.
You are using Bonetti's defense against me, uh?
Man in black:
I thought it fitting,
considering the rocky terrain.
Íñigo:
Naturally, you must expect me to attack with Capoferro.
Man in black:
Naturally, but I find that Thibault cancels
Capoferro, don't you?
Íñigo:
Unless the enemy hasn't studied his Agrippa,
which I have! [pausa]You are wonderful!
Man in black: Thank you. I've worked hard to become so.
Íñigo:
I admit it, you are better than I am.
Man in black:
Then why are you smiling?
Íñigo:
Because I know something you don't know.
Man in black:
And what is that?
Íñigo:
I am not left-handed.
Man in black:
You're amazing!
Íñigo:
I ought to be after twenty years.
Man in black
[acorralado]: There is something
I ought to tell you.
Íñigo:
Tell me.
Man in black: I'm not left-handed either.
Íñigo:
Who are you?
Man in black:
No one of consequence.
Íñigo:
I must know.
Man in black:
Get used to disappointment.
[Íñigo se encoge de hombros]
Íñigo:
Okay.
[Continúa la lucha]
[ El Hombre de Negro desarma a Íñigo]
Íñigo:
Kill me quickly.
Man in black:
I would as soon destroy a stained-glass window
as an artist like yourself.
However, since I can't have you following me either....
[El Hombre de Negro golpea a Íñigo
con la cazoleta
en el colodrillo. Íñigo cae sin sentido]
Man in black:
Please understand I hold you
in the highest respect.

La diferencia más llamativa entre el estilo de esgrima que practican los personajes y el de los maestros que reivindican es la siguiente: como han visto la guardia que adoptan los personajes es muy perfilada, tal como se hace actualmente (con el fin de ofrecer menos blanco al oponente) y luchan con una sola arma; sin embargo los tratadistas de finales del s. XVI proponían una guardia mucho más frontal, ya que se solía luchar con dos armas; a menudo una rapière en la mano derecha (en la izquierda si se es zurdo) y un arma de apoyo en la otra; un puñal (terrible en el cuerpo a cuerpo) una capa, un escudo, etc.

Arriba pueden ver una ilustración del tratado de Agrippa, abajo del de Capoferro

Rocco Bonetti enseñaba a finales del s.XVI en Londres y prefiere combinar la espada con un puñal.

Camillo Agrippa, en su tratado de 1553 pone, junto a su predecesor Achille Marozzo, las bases de la esgrima moderna.

Ridolfo Capoferro, en su tratado de 1610, da mucha importancia a la punta, a diferencia de Marozzo, que sólo explicaba los ataques de filo y contrafilo.

El tratado de Girard Thibauld, de 1626, es muy teórico y complicado, inspirado de los españoles de la época, con muchas guardias y mucho término geométrico que nos hacen esperar que en la práctica se le diera mejor y no se hiciera tantos líos. No hay nada que haga sospechar que anule a Capoferro, como dicen en la película, salvo que es posterior; claro que le anula a menos que el adversario haya estudiado a Agrippa, que es anterior a ambos, o sea, que no tiene ningún sentido (ni falta que hace por otro lado).

Agrippa, Capoferro y Thibault

También en este caso se utilizan con habilidad (aunque no con tanta exhaustividad como en el caso anterior) los elementos del espacio escénico en la coreografía. La ventaja de ser un ejemplo tardío del género es que, como todos los epígonos, tiene vedada la innovación y sus autores se han visto obligados a un análisis de las características de los clásicos para no apartarse de ellas.

Si tuviéramos que dar tres características definitorias del género ligero del duelo estas serían:
-El uso imaginativo y, a menudo, acrobático de los elementos del espacio escénico (terreno, carretas, lámparas, estatuas, cornisas, barriles, etc.).
-Uso de licencias históricas sin ningún sonrojo.
-Aplicación de la ley nija inversa, que estipula que cuanto mayor sea el número de enemigos, más fácil es vencerlos. Para más detalles, comparen las escenas de la Marca del Zorro de Fairbanks en las que lucha contra multitudes con las dos escenas que hemos comentado de uno contra uno.

Si todavía tienen ganas de más, he aquí el previamente mencionado duelo de Los tres Mosqueteros con Genne Kelly en el papel de d'Artagnan:

viernes, 1 de junio de 2007

Cuestionario malvado: el fin

ntre las diferentes opciones que se ofrecían como razones para que la pervivencia de la Iglesia Católica fuera buena para la humanidad ha triunfado con amplísimo margen «No hay razón alguna para que perviva, el mundo sería mejor sin la Iglesia Romana». Si las decisiones de este blog fueran vinculantes los partidarios de esa opción no necesitarían pactos para gobernar.

La segunda opción más votada, está en la tradición maquiavélica y napoleónica de la razón de estado: «Es un método efectivo de control de las masas». Otra posibilidad sería pensar que las mentiras de la religión podrían ayudar a muchos a sobrellevar el dolor y la certeza de su propia muerte: ambas están relacionadas:


Los pueblos necesitados de un control inquisitorial son a menudo los mismos que están sumidos en el dolor y la miseria ¿cómo decir a los niños de Invierno en Bagdad que el dios al que invocan no existe cuando no hay ninguna otra esperanza?

Sin embargo, en los países en los que se goza de buen nivel de vida y de educación, la honestidad intelectual es un deber moral y la valentía y madurez para afrontar las realidades existenciales es la única vía para una vida plena.

En fin, estimados parroquianos, si he de permitirme dar aquí mi opinión personal ésta sería, como sin duda ustedes han adivinado, la correspondiente a la última opción del cuestionario.

Hace dos meses que andaba estorbando en el margen el cuestionario en cuestión. Si ha permanecido tanto tiempo ha sido, en parte, porque tenía un poco de pereza de escribir una entrada a modo de respuesta. Llega un momento en que resulta angustioso andarse regodeando en que la hostia no se convierte en carne, que las vírgenes no tienen hjos, que los cerdos no pueden servir de cárcel a demonios, que los anillos de Saturno no son el prepucio de Jesús y tantas infinitas obviedades ¡Cómo es posible que sigamos así a estas alturas! Pero no se desanimen, estimados parroquianos, pronto volveremos con más entradas sobre ateología.