Si han visto ustedes el anuncio de el cuarto largometraje de Satoshi Kon se habrán hecho una idea del barroco desenfreno visual que propone. Es un rasgo característico de muchos animé que suele acabar en gran explosión final. Esto, por supuesto, hace que los espectadores neófitos se vean desbordados y que incluso los más curtidos lo identifiquen, en ocasiones, como un exceso. También se anuncia que los personajes pasan de los sueños de unos a los sueños de otros en desconcertante mezcla con la realidad.
Con estos elementos, a pesar de los precedentes del director, se podría pensar que el resultado sería un barullo infumable o, al menos, sería legítimo preguntarse cómo se las apaña para dar estructura a todo ese maremágnum.
Pues lo consigue nada menos que dando profundidad a los personajes:
La acción comienza presentando el DC mini; un dispositivo que permite a un terapeuta ver y grabar los sueños de los pacientes que está en fase experimental.
El conflicto lo provoca el robo de uno de estos dispositivos, lo que podría ser muy peligroso, sobre todo desde que se verifica que los sueños del usuario se inducen como alucinaciones en otras personas. Hay que recuperarlo cuanto antes. Como ven, el punto de partida es la búsqueda del Macguffin de toda la vida. Sin embargo, la acción irá complicándose y revelando los problemas internos de los personajes; estos irán tomando conciencia de ellos un paso por detrás del espectador y, si al final los villanos son castigados, los buenos adquieren un mayor conocimiento de ellos mismos y asumen conflictos hasta entonces inconscientes. De esta manera la materia psicoanalítica es mucho más que una excusa argumental, para convertirse en el meollo de la cuestión.
Así pues ¿qué esconde el rechazo al cine del detective Kogawa? Si tan poco le gusta ¿por qué conoce la terminología técnica? ¿qué le llevó a ser policía? ¿Cuáles son los sentimientos de la atractiva doctora Chiba por el mastodóntico, pero genial, doctor Tokita? ¿y los de Tokita por Chiba? ¿El Dr. Osanai tiene tan bien asumida su mediocridad dentro de un equipo de genios como parece? El señor Inui, dueño de la empresa, parece un sabio pero ¿quién podría asumir la vejez y la discapacidad motora que le aflige?
A todas esas preguntas y otras muchas van dando respuesta la acción y los diálogos (cuyos dobles sentidos se escapan a los personajes, pero son reveladores de su inconsciente) en una estructura impecablemente hilvanada.
También se puede ver Paprika como ejercicio cinéfilo:
El personaje de Inui Sei-jiroh, inmovilizado en una silla de ruedas, está asociado a las plantas, por su inmovilidad, en todas las escenas en las que aparece; está inspirado en el general Sternwood de El sueño eterno quien oxidaba su silla de ruedas en un caluroso invernadero.
Las imágenes de los sueños están a menudo tomadas de clásicos (Vacaciones en Roma, Sólo se vive dos veces, Tarzán, etc.) así como algunas de las personalidades que toma Paprika (el Rey Mono y Campanilla).
Partes de la acción transcurren en el exterior de un cine o en la misma sala, en particular la escena en que Kogawa, en plena imitación de Kurosawa, explica estupendamente lo que es un salto de eje (que no es tan fácil). La relación entre el cine y los sueños se subraya permanentemente.
Estas reflexiones están lejos de agotar la película (por ejemplo, está llena de referencias críticas a la sociedad de consumo y a la cultura japonesa): Paprika es un placer que aumenta en sucesivos visionados.
5 comentarios:
Me gustaria saber que pimenton alucinogeno se toma el autor.
Visualmente impresionante.
Excelente comentario Malvado.
Hasta me haces sentir que me estoy perdiendo algo con esas presentaciones.
¡Genial! ¡Me ha encantado! *_* Un análisis redondo de la película... estaba deseando que subieras este post al blog.
Has conseguido que me muera de ganas por verla... a ver si sale pronto en DVD.
Saludos, Predicador ^_^
¡Gracias! Me alegra que os haya dado ganas de ver la película.
Montse: la verdad es que lo tenía pensado desde enero, pero no lo he escrito hasta ahora, empezaba a darme pereza ¡pero como te había dicho que lo iba a postear me sentía comprometido! :)
Jajaja XP... Hombre, tampoco estabas obligado a hacerlo.
Pero yo creo que ha merecido la pena, te ha quedado muy bien.
Claro, estoy contento del resultado; lo que quería decir es que al final lo he hecho un poco gracias a ti :)
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