Una de las vigas maestras de este blog son los cromos y, precisamente, tus primeros trabajos como ilustrador, si no me equivoco, fueron en colecciones de cromos para Bimbo y Bruguera ¿cuántas colecciones hiciste? ¿recuerdas alguna de ellas con más cariño?Pues sí, mis primeros trabajos como ilustrador fueron cromos y la cosa más o menos fue así:
Empecé a trabajar en publicidad a los 15 años, en aquellos tiempos pasaban esas cosas. Por la noche, escuelas de dibujo o a terminar el bachillerato, pero de mañana a la agencia, a montar originales y textos de imprenta , que el letraset aún no lo habían inventado.
Todo eso no estaba mal, pero a mi lo que de verdad me gustaba era poder ilustrar cromos como los que compulsivamente coleccionaba un par de años antes, mayormente de bichos y vehículos.
La ocasión llegó pronto: en la tercera agencia conocí a un reconocido ilustrador de cromos, Miguel Conde: con él aprendí a crear esas obras de arte pequeñitas llamadas cromos.
Una muestra son esos de la Historia de la Navegación hechas a 4 manos, yo los barcos y él los fondos, la parte más comprometida.
Algunas de las colecciones en las que colaboró Monés en sus inicios: La vuelta al mundo con Bimbo e Historia de la navegación. Abajo, Mis casitas
Pocos años más tarde y tras trabajar en dos agencias más —una de ellas en la famosa calle Tuset, Tuset Street, que decían los cursis, donde a principios de los 70 habia tropecientos publicitarios por metro cuadrado— me lancé como free lance a la aventura del «cromo en solitario».
Primero fue Bruguera,
Historia de la Velocidad,
Zoo Color. 400 cucas por cromo, que multiplicado por 150 ó 200 cromos, era una pasta y el cuento de la lechera obligado, 3 por día, sábados incluidos… acababas loco de dibujar locomotoras, un suponer, pero en la agencia de Tuset Streeeeet , no sacabas ni la mitad.
Luego fue Ruiz Romero y más tarde, hasta mediados de los 80, Ediciones Este;
Técnica y Acción,
Mis Casitas y muchas más.
¿Cómo llegaste a aficionarte a los tebeos? Diferentes fuentes en la red te atribuyen influencias como Battaglia, Toppi o Mœbius ¿qué significaron para ti? ¿qué otras influencias reivindicas?De chico, al salir de la escuela, invariablemente me acercaba al puesto de periódicos y revistas de mi tía y allí sentadito daba buena cuenta de la factoría Bruguera en pleno,
Pulgarcito,
DDT,
Tiovivo,
Can Can. Mi favorito; siempre Vázquez.
Nunca me interesaron los superhéroes de la Marvel y de los caseros sólo el Capitán Trueno. Pero nunca quise emular a Ambrós, ni a Boixcar, ni a Iranzo, ni al viejo Foster, mi interés por dibujar cómic me llegó al descubrir la revista italiana
Linus y la española
Drácula de Buru Lan.
Allí estaban
Bresccia (el padre)
Toppi,
Battaglia, y nuestros
Maroto, Sió y el gran Beá.
Aquello era otra cosa: entonces empezó a interesarme el cómic como autor.
Mœbius influyó mucho, pero eso fue más tarde, por entonces aún andaba pegando tiros con el Blueberry.
Durante tu carrera has tenido ocasión de conocer y colaborar con muchos de los grandes, Vicente Segrelles (al que ya dedicamos una entrada en el blog) Josep María Beá, etc. ¿qué recuerdos tienes de ellos?Con Vicente Segrelles, trabajamos juntos en cosas como
El por qué de las cosas de Bimbo o la colección de cromos
Todo de Bruguera, últimamente nos vimos por una reivindicación común de derechos de autor.
Beá fue a quien por casualidad acudí cuando quise dedicarme a eso de las historietas.
Beá es un genio, un artista del Renacimiento. Le conocí escribiendo guiones y dibujando, creó la revista
Rambla. Fue el primero en la ilustración digital, tanto que las editoriales no sabían que hacer con sus trabajos. Dedicó años a escribir libros juveniles y últimamente compone música con ordenador.
Es un tío divertido y un anecdotario con patas. Si pillais un
Rambla, veréis el Beá libre, sin cortapisas, él, solo o en compañía de pseudónimos, llenaba media revista, incluso presumo que escribía las cartas de los lectores.
Un ejemplo genial, la sección de tres viñetas «Libros inmortales resumidos»: Don Quijote de la Mancha: un tío que se vuelve majara de tanto leer, se pelea con unos molinos y al final se muere… Lo dicho: genial.
Felinos y otros animales salvajes son una constante en la obra de Monés Los 70 y primeros 80 vieron una edad de oro del cómic de terror, fantasía y ciencia ficción; para la Warren trabajaron muchos españoles como Auraleón, Beá y tú mismo ¿Cómo entraste en contacto con esta editora americana?Auraleón, Beá, Maroto, Bermejo, Ortiz, Martín Salvador, García, Pepe González, Torrents... Yo fui de los últimos en llegar y tuve suerte, algún mérito debía tener, pero lo cierto es que llegué en el momento oportuno.
Dibujé 6 paginas adaptando un cuento ruso de miedo, las llevé a
Selecciones Ilustradas y a los pocos días estaba dibujando para
Creepy y
Vampirella, un sueño oye.
Algunas páginas para la Warren: una de la adaptación del relato de Poe «Berenice»; otra de «Aceite de perro», sobre el relato homónimo de Ambrose Bierce; otra procedente de una magnífica adaptación de «Un mensaje imperial» de Kafka. En la restante, la primera de «Trick of the Tiede», se distinguen en los personajes los rasgos del dibujante y su mujer Hay que reconocer que Toutain se lo curraba.
Mis mejores historietas; «Berenice» y «Oil of Dog», «Gotterdammerung» y en el
Creepy 143, en el 82 «Spectator who wept» un comic de 28 páginas, con la casi total destrucción de N.Y.
Los Humanoides Asociados influyeron lo suyo, el que más Mœbius (todos dándole a los puntitos con el p… Rotring)
The Long Tomorrow fue un hito, pero con el
Garaje Hermético, se le fue la olla y se nos quedó cara de tontos.
Los chicos ya sólo veían cómics en la tele y los mayores, menos los franceses, también lo fueron dejando,
1984 se quedó antigua, pasó a llamarse
Zona 84,
llegó el manga… en fin, hubo que reciclarse.
En los 80 ilustraste una gran cantidad de juegos de tablero para Cefa y para Educa que han marcado toda una generación: Drácula, Misterio, Alerta roja, El templo de cristal, el mítico Imperio Cobra... ¿Recuerdas alguno de ellos con un cariño particular?Sí, fue un modo de reciclarme; la experiencia en terror americano me fue útil,
Drácula,
Misterio,
La calle Morgue, respiraban, un poco mas light, el rollo
Creepy.
El
Imperio Cobra,
Dagon,
El Cetro de Yarek,
El Yeti,
El Templo de Cristal; respondían a las modas del momento, aventuras tipo Indiana, lo de la espada y brujería que aún funciona, o los guerreros del futuro/pasado.
Cefa fue intenso pero corto, 12 ó 15 juegos en unos pocos años. La producción con Educa duró más de 20 años: tengo catálogos de mediados de los 90 con más de 25 productos míos, entre juegos y puzzles, la mitad novedades del año.
Luchar con los videojuegos era una batalla perdida, pero fue bueno mientras duró.
Muchos tenemos curiosidad por conocer cómo se desarrollaba la creación de un juego ¿en qué estado te llegaba el proyecto? ¿qué margen de libertad tenías? ¿había instrucciones del tipo «Hay 6 casillas entre el Gran Dinosaurio y la Ciudad de Plata»?Siento decepcionaros, casi nunca participé en la creación de un juego y
aún diría más (como en Tintín) nunca llegue a jugar con mis juegos, ni siquiera aprendí el reglamento; lo mío era sólo (que tampoco es poco) el aspecto gráfico.
El creador de los juegos de Cefa era Pepe Pineda, vivía en Zaragoza y para la ocasion nos reuniamos en un piso de sus padres junto al Camp Nou en Barcelona.
Sin Internet, sin fax, sin nada de nada, me contaba en una tarde maratoniana todo el desarrollo de un juego; caja, tablero, cartas y yo memorizaba, tomaba apuntes; algunos como el
Cetro de Yarek, requerian de troqueles para montar un buque fantasma tridimensional. Luego mandaba los bocetos y más tarde los originales por correo R
ENFE, era un milagro que las piezas encajaran.
Una de las mayores dificultades durante la preparación de este post fue la de seleccionar sólo unas pocas entre las muchísismas ilustraciones interesantes del autor; valgan las elegidas como ejemplos de su amplitud, variedad y calidad. Pueden ver alguna más en este álbum de Flickr Los dibujantes teneis hoy en día una potente herramienta de documentación con Internet ¿cómo os apañabais en la época?Pues acumulando documentación, pateando las ferias de libros, las librerías de viejo, el mercado de San Antonio los domingos.
Conservo más de 200 volúmenes de animales, 300 de historia ilustrada, tropecientos de cine, de transportes, de geografía ni te cuento, por ahora aun tengo memorizadas y ubicadas miles de imágenes, aunque ciertamente el Google facilita las cosa, nunca me desprenderé de mis libros de documentación… ni de mis discos de vinilo.
Otra de las vigas maestras de este blog son las novelas de detectives y en tu larga colaboración con Bruguera hiciste muchas portadas para la colección Club del misterio ¿cómo es tu relación con este género? A menudo se reconocen en las portadas actores ¿eres aficionado al cine o se trata de una estrategia de documentación?Pues de
Club de Misterio ilustré nada menos que 100 portadas y siento volver a decepcionarte, la novela negra me interesa muy poco leerla (aparte las de Patricia Highsmith y William Irish) aunque sí dibujarla.
Como debía leer una cada semana para cumplir con el encargo brugueril, pedí ayuda a Marta, mi mujer, ella sí gusta de las novelas de intriga, las leía y me proponía un par de escenas que no desvelaban el final.
También me ayudó muchísimo con los pantone para Disney [otro ámbito en el que trabajó Monés fueron los libros Disney] ella es una «fina colorista» y ve matices que yo ni huelo,
Y es que lo de Disney tenía delito, En los models de Los 7 Enanitos, cada enanito contaba con 10 ó 12 colores de Pantone diferentes, ponle 7 enanos, por 30 páginas por libro, y sale un número astronómico de colorines, colorines que ella confeccionaba, guardaba en frasquitos cerrados para evitar su evaporación y rotulaba para su identificación. Los jóvenes ilustradores a los que la maquinilla informática les da los pantones por la cara, no saben de lo que se han librado... Gracias Marta.
Cuatro portadas del Club del misterio (encontrarán más en el álbum correspondiente de C. Rancio). Si en ocasiones reconocemos en ellas actores, los modelos son aquí miembros de la familia; Marc, el hijo del dibujante, en el número 6 de la colección, el mismo Isidre en El mono de barro y Marta, su mujer, en Pagarás con maldad...... y si no se fían, aquí tienen a los tres: En cuanto a los actores que se reconocen en las portadas, unos son los que versionaron la novela, otros cogidos al azar, otros, familiares y amigos, otros, yo mismo, (el numero 50, sin ir más lejos) más joven, claro está.
Una polaroid me vino de perlas.
Uno de los ámbitos más curiosos en los que has trabajado es el de los Kalkitos: de animales, históricos, etc. Cuando de pequeño los hacía siempre me preguntaba si el dibujante concebía las figuras pensando en un lugar preciso del fondo donde debían ir o si las hacía más o menos al azar, por fin puedo saciar mi curiosidad ¿planificabas una distribución de las figuras previamente?Pues sí que es curioso, sí. El álbum de cromos
Zoo Color (bonito, por qué negarlo) unas promociones de perros para comida de ídem y la información de mi hermano, que a la sazón trabajaba en publicidad, me llevaron a contactar con Mc Cann de Madrid, que llevaba la cuenta de Gillette y ,en su «división papelería», el producto Kalkitos.
Con Marta, mi mujer y el creativo de la agencia, nos dirigimos un domingo por la tarde, al suntuoso piso de Felix R. de la Fuente, en Puerta de Hierro, para una entrevista.
Dos ejemplos de Kalkitos de la serie de Félix Rodríguez de la Fuente dibujados por Monés, procedentes de la colección del amigo y parroquiano Valentín VN; aquí tiene más (también de otros autores) El momento anécdota: fue que, de camino, olvidé mi modesto portafolio de anillas con mis dibujos sobre el coche y el contenido se desparramó por la Castellana, a hora de vuelta del finde.
Entre los tres conseguimos, a riesgo de nuestra integridad, parar la circulación y recoger todo el material.
Aún recuerdo, en la entrevista con el amigo Félix, sus comentarios de asombro al observar las ilustraciones decoradas con huellas de neumáticos diversos… eso sí, con su peculiar voz.
De esa entrevista surgió la primera serie y más tarde la segunda, más ambiciosa.
Contestando a tu pregunta, en la primera serie (de bichos)
La aventura de la vida la libertad del niño era mayor; en
La huella del hombre la cosa era más complicada, las personas hacían cosas, y su situación era menos intercambiable.
Kalkitos duró poco y fue una transición entre los cromos convencionales y las series de tiras de Donettes y Bollycao que vinieron después y con las que me lo pasé superbién.
Juegos, tebeos, puzzles, cromos; tu estilo se adapta hasta hacerse irreconocible según el medio ¿cómo lo haces? ¿cuál es tu formación técnica? ¿como haces para asumir la estética de la Hammer (en el caso del Misterio) o de la espada y brujería pulp (en el Imperio)? ¿La explicación está en el interés por la experimentación de autores de revelados en los 70 como Enric Sió, Battaglia y tú mismo?Me asombraba, al hojear un
Illustrator [se trata del catálogo anual de la
asociación americana del mismo nombre] encontrar alguien que dibujaba aviones y verle repetir el tema varios
Illustrators seguidos; deduje que esto podía pasar en América, donde alguien puede especializarse y vivir tan ricamente: en España, hace 30 años, eso era imposible. Con la globalización de Internet, no sé, pero antes no. Esto y que la variedad, las técnicas diversas, el diferente público, los retos nuevos, siempre me han entusiasmado, ha hecho de mí un todoterreno, quizá muy bueno en nada, pero me que quiten lo bailao.
Otro soporte que has cultivado recientemente es el de las portadas de discos.Pues otra casualidad: mi hija Nuria toca desde hace años la guitarra eléctrica en un grupo musical muy bueno, qué voy decir yo: es broma, de veras, que muy bueno; Se llama
Animic, y son difíciles de clasificar, podéis oírles en su blog. Tienen varios premios y este verano han sido invitados a tocar en el Sonar de Barcelona.
Los 6 componentes viven juntos en una casa en Collbató, al pié de Montserrat. Ferrán, fundador junto a mi hija Nuria, pinta y tiene muy clara la estética gráfica de los discos. Pero lo cierto es que todos ellos, Ferrán, Nuria, Louise, Roger, Zuma, Juanjo, y Genís, el artífice de las proyecciones en los conciertos, se lo curran todo de arriba abajo, letras, música, ideas gráficas, tipografía y demás.
Pues el caso es que, un día, mi hija pidió mi colaboración. Fue para el álbum
Hau o Hiu, de hace un par de años. Ilustré la cubierta, el librito y la galleta (creo que la llaman así) en un estilo de Revolución Industrial, con personajes/pato tipo fábula. Recordaba la estética de los albumes del Folk- Rock sinfónico de los 60-70 Amazing Blondel, Crosby, Still, Genesis, etc. un poco Hyppie un poco psicodélico (sin pasarme).
Marta, la madre de Nuria, rotuló con su bonita letra los textos de las canciones. El último disco,
Himalaya, se basa gráficamente en «la aventura», para ello he recreado, en portada y contraportada, la adolescencia de los componentes en plan «exploradores», con sus caretos reconocibles actualmente, pero en rollo Enid Blyton, con cabaña y plano del tesoro incluido.
Más adelante ya veremos lo que se les ocurre.
Repito, son muuuuuy buenos.
Arriba, la portada del disco de Animic Hau o Hïu, abajo, el disco Himalaya sobre el tablero del Imperio Cobra: un día le comenté que las montañas del disco se parecían a las del Alud del juego y al poco rato me respondió con un mail acompañado de la foto de abajo y que decía «He ido al desván, he buscado el Imperio Cobra y esta es la comparación con el dibujo del C.D. está claro que 25 años más tarde sigo dibujando las mismas montañas, debe ser cosa de psiquiatra» Insisto en lo asombroso de tu capacidad de cambiar de estilo, sin embargo, personalmente, me encantan los trabajos que haces para ti mismo ¿hay algún proyecto de publicación?Esta es la parte mala: la variedad, la necesidad de llenar el puchero, la imposibilidad de ayudarte económicamente con los inexistentes royalties, hace que los ilustradores que vivimos solo de esto (que tampoco somos tantos) hayamos, al menos en mi caso, desatendido la labor de creación personal, que siempre es una aventura a largo plazo.
Mi trabajo más personal (me alegro que te guste) se limita a los dibujos a lápiz y pastel y pinturas en acrílico que tengo colgados en casa, o que he vendido en contadas exposiciones.
Mis temas preferidos en esos casos, son escenas rurales o urbanas un tanto ruinosas —la linea de tren abandonada Soria-Burgos, con sus estaciones y apeaderos fantasma, son un filón— fábricas, puertas y ventanas herrumbrosas. Como ves nada muy original, aunque procuro que el tratamiento lo sea.
Como en los Románticos alemanes; Friedrich, los simbolistas, o los catalanes de finales del XIX (Urgell) los personajes son escasos y, cuando aparecen, son patos vestidos de obrero, no me preguntes por qué; llevo pintándolos un montón de años, llámalo reminiscencias del barroco, llámalo marca de la casa… pero el caso es que ahí están y, la verdad, no parecen muy felices.
Me gusta la pintura figurativa, por ahí la llaman representativa, la que enlaza con los modernistas de principios del XX.
Me gustan todas las tendencias que «Las Señoritas de Aviñón» —que no es la ciudad francesa, sino una calle de Barcelona, justo donde estaba la antigua Escuela de Bellas Artes— los cubistas, los abstractos y críticos de arte durante 60 años han olvidado y obligado a olvidar; creo que los árboles de la vanguardia, a menudo digna del «vestido nuevo del emperador», han escondido un bosque de grandes pintores.
Me gustan los Prerrafaelitas, Klimt, Sargent, Waterhouse, Puvis de Chavannes, el genial Turner, Fortuny, Sert, Vayreda, Morera y Galicia, Solana, Casas, Munch, Alma Tadema y, claro esta, Monet (este sí, respetado); incluso admiro a los Historicistas (Pradilla, Rosales, Casado del Alisal) aquellos que bandearon del Casón del Buen Retiro y nos han escamoteado un porrón de años.
Celebro que el segundo cuadro más valorado del momento, sea uno de Klimt.
La ley del péndulo sigue…
Hace 20 años no hubieran traído los del MNAC las monumentales piezas de Sorolla: «es un pintor narrativo», se decía…
Creo que en Nueva York han montado una exposición del gran Norman Rockwell; calcula... ¡¡un «ilustradorrrr»!!
No hay mal que por bien no venga, la crisis general en el tema «arte» está poniendo las cosas en su sitio.
Siento extenderme demasiado, pero me interesa mucho el tema. Esas obritas mías, las más personales, las las ha visto poca gente, a diferencia de mis más de 300 libros publicados; piensa que ilustré el primero en 1979
La Colla dels 10 (
El grupo de los 10) y ha llovido mucho y, aquí sí, confío en la enorme difusión de Internet. Un blog que mi hijo [el ilustrador y diseñador gráfico,
Marc Monés] el de la pistola [en la portada del número 6 del Club del Misterio], me está montando, y páginas como
Ilustradores espero que me ayuden a ello.
En cuanto a proyectos, una exposición este verano en Sigüenza y seguir con el tema de dar clases de dibujo e ilustración convencional… ¡qué eso se pierde, oye!