Con este post iniciamos una breve serie en la que tendremos ocasión de disfrutar de algunas portadas de este tebeo de terror de los años ochenta ¿dije de terror? ¡No! Disculpen la imprecisión: se trata concretamente de «terror sicológico». En la entrega de hoy tenemos un enterrador avieso ¿o profanador al servicio de un científico loco que necesita un constante suministro de cadáveres? (número 54) Una malvada hechicera y su simpática mascota (número 55) y una víctima a la merced de un pajarraco monstruoso, similar al Ketekasco (número 76) .
8 comentarios:
¡Fabuloso, Preacher!
Un abrazo
Preacher: busqué ilustraciones del Quetecasco en Google y no hay. ¡Sé el primero en hacer una importante monografía sobre la criatura!
El Ketekasco volverá al blog, entre tanto, pueden verlo aquí.
Conforman una gran imagen en mi opinión, el espectro y los murciélagos silueteados en el número del enterrador.
Sicológico sin la "p" al principio. Esos son de mi ex-profesor de lengua en la carrera de Traducción, que se negaba a escribir letras que, si no se pronuncian no dan lugar a confusión.
En la línea de las publicaciones de Entertainment Comics pero en narrativa, imagino.
Me quedaba una disculpa pendiente, Arïas: si no encontraste información sobre el Ketekasko al principio fue por culpa de que ortografié mal el nombre en un primer momento.
La verdad, Tsuko, es que, en favor de tu profesor de traducción, «sicológico» es una variante admitida por la RAE.
Illuminatus, lo cierto es que la frase «Relatos de terror sicológico» era publicidad engañosa; se trata de cómic de trama bastante elemental.
¡Albricias, otra sección pulpera! ¡Estaré expectante!
Será breve, compañero, pero ahí quedará eso.
Publicar un comentario