como cada primavera invitamos a la parroquia al disfrute de la vida y sus placeres. En las ocasiones anteriores hicimos referencia al tópico horaciano del carpe díem aplicado a la canción francesa con «Le temps des cerises» y «Le temps des lilas». En esta ocasión acudiremos a Georges Brassens, a quien ya conocimos con ocasión de un día mundial del traje de gorila, y al tópico del locus amœnus. La fuente, por otra parte, tiene una gran tradición como lugar de encuentro amoroso, en parte porque ir a buscar agua era una de las pocas ocasiones que tenían las jóvenes de salir de casa. La escena en que una doncella se baña desnuda y un observador aprovecha el eventual robo de sus ropas para realizar un acercamiento erótico es otro motivo que encontramos en cuentos de la tradición oral desde Europa hasta China:
Dans l'eau de la claire fontaine Elle se baignait toute nue Une saute de vent soudaine Jeta ses habits dans les nues En détresse, elle me fit signe Pour la vêtir, d'aller chercher Des monceaux de feuilles de vigne Fleurs de lis ou fleurs d'oranger Avec des pétales de roses Un bout de corsage lui fis La belle n'était pas bien grosse Une seule rose a suffi Avec le pampre de la vigne Un bout de cotillon lui fis Mais la belle était si petite Qu'une seule feuille a suffi Elle me tendit ses bras, ses lèvres Comme pour me remercier Je les pris avec tant de fièvre Qu'ell' fut toute déshabillée Le jeu dut plaire à l'ingénue Car, à la fontaine souvent Ell' s'alla baigner toute nue En priant Dieu qu'il fit du vent Qu'il fit du vent... | En el agua de la fuente clara se bañaba desnuda un repentino salto de viento lanzó sus vestidos al yermo Desesperada, me hizo señas de que fuera a buscar, para vestirla haces de hojas de viña flores de lis o de azahar Con pétalos de rosas le hice un pequeño corpiño La bella no era muy gorda una sola rosa ha bastado Con un pámpano de la viña un pequeño brial le hice pero la bella era tan pequeñita que una sola hoja ha bastado Me tendió sus brazos, su labios como para darme las gracias los tomé con tanta fiebre que se desvistió El juego debió gustar a la ingenua porque a menudo a la fuente iba a bañarse desnuda pidiendo a Dios que haga viento que haga viento... |
Les deseo mucha felicidad esta primavera, con una mención especial a las bellas pequeñitas y a las mujeres (y los hombres) capaces de entregarse con sinceridad e ingenuidad y a los que han tenido la suerte de cruzarlas o cruzarlos en el camino, así como a los que no están en ninguno de estos casos, a ver si les toca.
La foto es de Anca Cernoschi y está tomada de ALTphotos.
8 comentarios:
Siempre me han dicho que Brassens es uno de los mejores motivos por los que merece la pena aprender francés y no creo que exageren. Fíjate que lo único que conozco de él es la Tormenta, en la versión de la Mandrágora interpretado por Alberto Pérez (aunque adaptada por Krahe, según creo) y me parece tremenda.
Joder, recuerdo esa canción de La Mandrágora. Al principio de la canción, cuando están presentando la canción al público del bar, Alberto Pérez dice exactamente: "Ahora voy a cantar la Tormenta de "Brassans" traducida por Javier Krahe" y lo repite de nuevo porque la peña no se había enterado. Y no sé si en ese momento es a él cuando le entra la risa floja y suena un pitido al bufar uno de esos flautines tan peculiares que usaron. La peña se descojonaba.
¿No es un poco tarde para felicitar la primavera? Aunque yo no soy quién para decir nada, pues mi simplista reloj biológico (marca Cutre-Casio probablemente) me dice que nada de esperar al 21, pasado mañana primer día de Junio es ya verano, verano.
Yo te deseo felicidad en todas las estaciones Predicador, la suficiente como para seguir deleitandonos con tus entradas. Mi altruismo, ese gran desconocido.
¡Qué grande es Brassens!
Y qué grande Krahe.
La tormenta no es la única versión que La Mandragora hicieran del bueno de Georges, que la de Marieta también es suya. Krahe (y Alberto Pérez, aunque se ha quedado más en la sombra) han seguido ese rollito socarrón y esa mala leche cómica que tiene Brassens.
Disfrutad de lo que queda de la primavera y de lo que esta os ofrezca. Bueno, el que tenga primavera, que por estos lares el verano llegó hace tiempo: ¡qué calor hace! ^^
Efectivamente, Illuminatus, tal como nos recuerda Saudade, si conoces el disco La Mandrágora, has de conocer también a Marieta, versión de Marinette, de Brassens muy conseguida, ya que transmite el mismo punto burlón. La versión de La tormenta me encanta también, aunque encuentro un punto más lírica, aunque no por ello menos graciosa, la versión original.
Sabina tiene también una versión de El gorila, enlazada en el post correspondiente.
Lo cierto es que Brassens es una influencia mayor en Krahe, su estilo y tono beben directamente del autor francés; por ejemplo, su canción La hoguera, en la que compara las diferentes formas de ejecución, para preferir la epónima, calca su estructura de la canción de Brassens La guerre 14-18 donde compara las diferentes guerras, reconociendo el mérito y lo sanguinario de todas ellas, pero prefiriendo al fin la primera Guerra Mundial que le da el título.
En cuanto las fechas primaverales, Tsuko, hemos disfrutado en París del clima que les es propio este fin de semana que acaba, sin ir más lejos.
En el disco de Paco Ibáñez que canta a Brassens aparece esta canción como "La Bella y el Manantial". En el libro de Ramón Chao sobre Brassens muchas de las versiones en español son de Moncho Alpuente, lo que desconozco es si el propio Alpuente llegó a interpretarlas.
Vine a parar a un nido de beatas
que, tomandome por uno de los suyos
me dijeron:
Cantenos, padre, algún himno sagrado
que conozca.
Rascando con fervor las cuerdas de mi guitarra
entoné "El gorila" y "Puta de ti"
Gritando ¡Al impostor! ¡Al traidor! ¡Al hipócrita!
quisieron practicarme el suplicio de Abelardo.
(Le Mecreant, El Descreido en la versión de Moncho Alpuente)
Paco Ibañez es el gran intérprete de Brassens en español, en Francia es bastante famoso. Sin embargo, no he tenido ocasión de escuchar su versión de esta canción, el título me parece buenísimo.
En cuanto a las versiones del ingeniosísimo Alpuente, las ignoraba por completo: gracias por tus aportes Arc.
Bien por Brassens, bien por Ibañez
(el Paco y el del Mortadelo) bien por la primavera... pero como eso del interneeee es un cestito de cerezas, y una tira de otra, yo me he quedado con la foto, que en pequeñito tiene toda la atmósfera de un cuadro de Waterhouse, luego he buscado en google Anca Cernoschi, !qué maravilla!! ¿no os dan ganas de pillar una maquinilla de verdad, no un telefonillo móvil, y echaros al monte?
Gracias, predicador.
Isidre Monés
Un placer, Isidre. La verdad es que la idea que se imponía para ilustrar la entrada era una foto de una amiga cuyo recuerdo vuelve cada vez que escucho la canción, pero como me parecía algo indiscreto, busqué durante dos horas, hasta que encontré esta imagen maravillosa que me satisfizo por completo, preciosa y adecuada perfectamente al asunto del post.
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