martes, 12 de junio de 2007

Danza y muerte de Oola la esclava

l momento con más fuerza sexual de la saga StarWars fue -con permiso de la princesa Leia en su bikini dorado- la última danza de su predecesora en el puesto de esclava favorita y su nefasta consecuencia:

Su amo, Jabba el Hutt se había excitado terriblemente y requirió el contacto físico de Oola tirando de la cadena que ceñía su cuello. No era el momento de resistirte bella Twi'lek; Jabba abrió la trampa bajo sus pies arrojándola al foso donde, bajo la vista de los asistentes, fue devorada por la gigantesca bestia que los demonios llaman Rancor.

A los ¿pies? de su amo

El día anterior había sido buena chica
Según se cuenta, hubo escenas rodadas inicialmente en el pozo de Rancor que fueron cortadas en la versión que llegó a las salas por problemas de metraje. En el montaje retocado de 1997 hubo buenas y malas noticias: no se recuperaron las escenas del pozo; volvieron a llamar a Femi Taylor para que interpretara su viejo papel con el fin de añadir algunas escenas de baile; Femi estaba tan guapa como durante el primer rodaje (catorce años antes); el nuevo montaje de la escena con bichos cantarines y nueva canción pierde la mayor parte de la carga erótica del original. Esta mutilación es nefasta, ya que era esa escena la que redimía el episodio VI de su exceso de ositos.

Una esclava no debe resistirse a su amo

Oola en el pozo

Rancor la encontró tierna, habituado a mascar gamorreans

Oola ante su destino

No hemos encontrado la escena original, pero un aficionado ha hecho el siguiente montaje con todo lo que ha encontrado de ella:



Tutubeado originalmente por Kingfran77

En esta reformulación de la bella y la bestia se consuma el acto.

5 comentarios:

Atilio dijo...

El consumado el acto fue, y consumida ella.
Como producto de consumo yo le hubiese dado otro uso.

Evil Preacher dijo...

Ahí está todo el problema: la necesidad de esclavizar a las mujeres procede de inseguridad hacia ellas y a hacia las propias posibilidades de satisfacerlas. El sadismo es una substitución sofisticada del sexo cuyo máximo exponente es, como aquí, el asesinato.
Ahí reside, también, la fuerza de la escena, ya que por una parte el lado inseguro del espectador se identifica con Jabba y le gustaría tenerla a su amante agarrada con una cadena al cuello; su lado seguro se siente frustrado por el desperdicio y piensa "yo si que me hubiera ocupado bien de ella".

Atilio dijo...

Efectivamente Malvado, es todo una cuestion de posesion y dominio. D ecualquier modo que se vea: psicoanalitico, existencial, marxista y otras escuelas menos santas. Todas se ponen de acuerdo a condenar la inhumanidad de ese tipo de conductas. Solo Nietzsche, tal vez, ve las cosas de otra manera, pero es tan peligroso que es mejor dejarlo aqui.

Ioannes Ensis dijo...

Vaya, me he perdido tres de los mejores artículos (¿se pueden llamar así?)...
maldición, me vienen alumnos, me tengo que pirar.

Evil Preacher dijo...

De perderte nada, ahí quedan para que te los leas cuando quieras :)
Encantado de que te parezcan buenos, gracias.