El Shanhai Jing (山海經, Colección de las montañas y los mares) recopila en 18 libros descripciones geográficas de diversas regiones, incluyendo las plantas, minerales y los animales y espíritus que las pueblan; no sólo nos da el aspecto físico de estos seres, sino también sus propiedades medicinales o como amuleto; también los eventos que presagia su aparición o los rituales que hay que hacer para aplacarlos. La lectura de este gran clásico de más de 2000 años de antigüedad es un verdadero placer; como ejemplo, pueden ver aquí tres fragmentos de la edición de Yao Ning y G. García-Noblejas:
A la izquierda, el zorro de nueve colas en una edición de la dinastía Ming, el resto de las ilustraciones que vemos en este post, incluida la versión del zorro a la derecha, proceden de una edición de la dinastía Qing
[...] Continuando trescientos li más hacia el este se yergue el monte Qingqiu, en cuya ladera Sur hay mucho jade y en cuya ladera Norte muy buena malaquita. Vive allá un tipo de cuadrúpedo, semejante en forma a los zorros, que posee nueve colas (九尾狐) y una voz que suena como el llanto de los niños recién nacidos y que come hombres; quien come su carne se libra de las picaduras venenosas [...]
[...] Avanzando trescientos li hacia el Oeste se arriba al monte Tian. Da metales y jades en abundancia y también rejalgar verde. Es donde nace el río Ying, el cual corre hacia el Suroeste hasta llegar al valle de Tang. Mora en él cierto espíritu cuyo cuerpo es semejante a un bulto amarillo que a veces se pone rojo fuego; tiene seis patas y cuatro alas, es todo redondeado, carece de cabeza y de ojos y sabe cantar y bailar muy bien: no es otro que el Dijiang (帝江).
Este cuadrúpedo de la ilustración es uno de los llamados bingfeng (并封). Poseen un cuerpo semejante en forma al de los puercos normales, pero con una cabeza en cada punta; son completamente negros. Se los puede hallar en un lugar al Este del país del chamán Xian.
La letra capitular está montada sobre la portada de una edición china moderna. La traducción que hemos utilizado, cuya lectura les recomendamos encarecidamente, está publicada por Miraguano Ediciones en 2000, bajo el título Libro de los montes y los mares, de donde también hemos tomado las ilustraciones. Hemos añadido el nombre chino de las criaturas: mil gracias a mi querida amiga Yàn Liu por su asesoramiento en este punto.
[...] Avanzando trescientos li hacia el Oeste se arriba al monte Tian. Da metales y jades en abundancia y también rejalgar verde. Es donde nace el río Ying, el cual corre hacia el Suroeste hasta llegar al valle de Tang. Mora en él cierto espíritu cuyo cuerpo es semejante a un bulto amarillo que a veces se pone rojo fuego; tiene seis patas y cuatro alas, es todo redondeado, carece de cabeza y de ojos y sabe cantar y bailar muy bien: no es otro que el Dijiang (帝江).
Este cuadrúpedo de la ilustración es uno de los llamados bingfeng (并封). Poseen un cuerpo semejante en forma al de los puercos normales, pero con una cabeza en cada punta; son completamente negros. Se los puede hallar en un lugar al Este del país del chamán Xian.
La letra capitular está montada sobre la portada de una edición china moderna. La traducción que hemos utilizado, cuya lectura les recomendamos encarecidamente, está publicada por Miraguano Ediciones en 2000, bajo el título Libro de los montes y los mares, de donde también hemos tomado las ilustraciones. Hemos añadido el nombre chino de las criaturas: mil gracias a mi querida amiga Yàn Liu por su asesoramiento en este punto.
9 comentarios:
Maravillosas fantasías del oriente.
No pude evitar preguntarme por donde canta el bulto con alas?
Me recuerda las descripciones que hace Tolkien en el Señor de los Anillos.
Muy interesante y extraño, lo del zorro de más de una cola también forma parte de la mitología japonesa.
Un beso.
Pobres bingfeng... debe ser dificilísimo para ellos avanzar hacia algún lado.
Más que sorprenderme su aptitud al canto, Atilio lo hace su habilidad como bailarín; no sé con qué criterio apreciarán la armonía de sus movimientos.
Dark, Tolkien pone cierto coto a su fantasía con el fin de resultar verosimil, mientras que el recopilador de este libro no pone coto, paradógicamente, por no atentar contra la realidad; me explico:
El recopilador de los relatos de la creación del Génesis posiblemente se vio confrontado a muchas versiones; las que eran similares se podían amalgamar añadiendo los detalles de unas y otras, pero algunos detalles de algunas versiones eran incompatibles (por ejemplo Dios creó al hombre y a la mujer simultáneamente o a la mujer posteriormente, a partir del hombre) por lo que el recopilador opta por recoger dos versiones contradictorias (aunque atente contra la verosimilitud) mejor que sacrificar información. El recopilador de esta enciclopedia seguramente consignó hechos de los que no se fiaba mucho, pero, ante la imposibilidad de contrastarlos, prefería no perder información.
Montse, los bonsais, los peinados y ropa de las geishas (inspiradas en la moda de la dinastía Tang) las artes marciales, el Rey Mono (Son Goku en japonés) el anko, en fin, la gran mayoría de las tradiciones antiguas, mitos y moda japonesa viene de China; eso sí, esas tradiciones han tomado allí un carácter propio y, muchas, se han conservado en Japón mientras que han desaparecido en China (como la ceremonia del té, llegado bajo la dinastía Yuan). Si de los muchos mitos y leyendas de origen chino he elegido precisamente el zorro de nueve colas no ha sido por azar; fíjate en la columna de post por venir; hay uno sobre las referencias iconográficas de Naruto ;) Un beso.
No te preocupes Ginebra, vayan donde vayan siempre avanzan hacia delante.
Yo también he leído últimamente una edición del libro del Arte de la Guerra y noto un interés inusitado por todo lo chino.
Además, las ediciones son cuidadísimas.
[...]esas tradiciones han tomado allí un carácter propio y, muchas, se han conservado en Japón mientras que han desaparecido en China (como la ceremonia del té, llegado bajo la dinastía Yuan).
Consecuencia nada casual de las invasiones de los mongoles y el cambio de dinastía imperial, claro.
Lo de las versiones de la creación de la mujer en el entorno judeo-cristiano, además, recurren a la figura de Lilith: mujer entera (no formada de una costilla) y que, al no estar supeditada físicamente a Adán, era independiente y con criterio propio, algo que se reflejaba en que copulaba con Adán en posición de Amazona. Naturalmente, eso no le gustó mucho a Yahveh, que la expulsó del Paraiso, y sirvió como advertencia sobre la conducta femenina. Bonita manera de justificar la opresión de la mujer.
pff, qué malo
La versión de la costilla es más popular sin duda por justificar precisamente el machismo; todavía tenemos suerte de que la historia de Lilith, aunque muy popular, no pasara a la Biblia.
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