Última respuesta:
Examinemos las posibles respuestas a la pregunta del domingo pasado:
Escuela pública: no ha conseguido un número de votos apreciable, debido en parte a que los parroquianos residentes en España son testigos cotidianos de cómo la Iglesia se opone con todos su medios a la enseñanza laica, siendo su monopolio tradicional en este ámbito una fuente importante de su influencia. Ya vimos el fin de la tradición de la enseñanza clásica, tradicionalmente identificado con el asesinato de Hipatia de Alejandría.
La república: ningún voto. De nuevo los lectores de España y no pocos en otros lugares, han recordado como en la Guerra Civil fue la Iglesia, entre las fuerzas que se revelaron contra la segunda república (Ceda, Falange, etc.) fue la que tuvo mayor peso e influencia en las masas. En una perspectiva más general, desde que la Iglesia se asoció al poder imperial, como vimos, ha vivido en simbiosis con la monarquía, haciéndose garante del derecho divino (a partir del s. viii le papado había conseguido ser el legitimador de las monarquías de Europa occidental, la legislación debía hacerse en latín y debían enviarse copias al Vaticano). La legitimidad del poder del estado comenzó a desvincularse de su origen divino en la constitución de los Estados Unidos, en 1787, sí, ese mismo país cuyo presidente actual habla personalmente con Dios.
La abolición de la pena de muerte. Como hemos visto la Iglesia ha sido, a lo largo de la historia ferviente aplicadora de la pena de muerte y de la tortura, pero eran otros tiempos. Hoy en día, desprovista de poderes fácticos, se limita a apoyar dictaduras asesinas y a aprobar la pena de muerte en sus textos, como en el catecismo «La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la pena de comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte» pueden leer el texto completo del catecismo sobre este punto aquí (edición de 1992 con las últimas correcciones del 97).
El divorcio es inválido según la Iglesia y las relaciones sexuales después del divorcio, con eventuales compañeros, son adúlteras; exactamente igual que las que se mantienen dentro del matrimonio civil. No es negociable, como el matrimonio homosexual. Asunto muy diferente es el de las anulaciones que la Iglesia otorga.
Si la Iglesia se ha beneficiado de la esclavitud a lo largo de la historia, puede considerarse que no hacía más que seguir las convenciones aceptadas en aquellos tiempos. Algunos consideran, incluso, que la situación de los esclavos mejoró con la llegada del cristianismo: sin embargo los documentos prueban lo contrario. El cristianismo hizo de la sumisión al poder uno de sus ejes desde san Pablo «Siervos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Cristo» (Efesios 6, 5). Esta postura se corrobora por los padres de la Iglesia, pueden ver sus testimonios recogidos en este artículo. Pueden consultar también este otro sobre las facilidades que daba el derecho canónico en España en época visigótica para expandir la esclavitud y las dificultades que ponía para la manumisión.
La esclavitud de los negros no fue condenada por la Iglesia (a pesar de las protestas de algunos teólogos cristianos desde comienzos de la Edad Moderna) hasta mucho más tarde de que lo hicieran instancias seculares (bajo Gregorio xvi, en 1839) quizá apoyándose en la historia de Génesis 9, 20-27, cuando Cam, antepasado de todos los negros, según la tradición etnológica bíbica, se rió de su padre al verle los cojones y éste le maldijo abocándolo a él y a sus descendientes a servir a los de sus hermanos: «Y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será á sus hermanos. Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo. Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaán siervo».
Sin embargo, los senderos del Señor son inextricables, la Iglesia decidió que los indios de América eran seres humanos con alma y que no debían ser esclavizados, y lo hizo en fecha tan temprana como 1537, bajo Paulo III y bajo la presión de teólogos españoles que se unieron a la denuncia que hizo el fraile y cronista Fray Bartolomé de las Casas de los abusos a los que eran sometidos los indios por los conquistadores. Felicidades a los acertantes.
Cierre de la sección:
Como se había anunciado, hoy se pone fin a Dominus Dei a pesar de su buena acogida. Hemos visto cuestiones de teología, de historia de la Iglesia de lo más variadas y ha sido una experiencia muy positiva, gracias a los participantes.
El hecho de mantener una sección fija semanal hacía que la ateología fuera el asunto predominante el el blog, especialmente si alguna otra de las entradas de la semana tocaba el asunto. Aunque sin duda la militancia atea y anticlerical es necesaria hoy en día, tampoco se merecen los curas ser la causa de nuestros desvelos, de manera que, si bien la ateología volverá frecuentemente a esta página, no estará sometida a una disciplina hebdomadaria.
En cuanto al hábito de solicitar la participación de los parroquianos tampoco desaparecerá. Desde hoy, sin ir más lejos, podrán ustedes votar en una nueva pregunta que aparecerá en la barra lateral. A diferencia del Dóminus Dei la pregunta permanecerá un mes activa y admitirá varias respuestas, ya que, como verán, no son excluyentes; de manera que podrán votar una vez al día. Aunque esta encuesta no tendrá valor estadístico sin duda pasaremos un buen rato.
5 comentarios:
Un final con bombos y platillos!
Felicitaciones malvado por tus esfuerzos y gracias por habernos dado el Dominus Dei.
Gracias, Predi, por estas semanas de amena confirmación de nuestros recelos hacia la Santa Madre.
Al nuevo modo que has encontrado de fisgonear lo que pensamos le veo un problema, o más bien no veo cómo dejar apuntes sobre el tema que propones. ¿Se puede solucionar?
Enhorabuena por el éxito y por la retirada a tiempo.
Gracias por vuestro apoyo, Atilio y Manusaurio.
Buena idea, Manusaurio, ya he hecho un apaño para que se puedan poner comentarios en la encuesta.
Volvieron lazs letras desaparecidas!!!
Se hechará de menos esta sección.
Ya sabes que por convinción me suelo oponer a las votaciones, pero en este caso he hecho una no muy saludable excepción.
Saludos y cervezas, malvado.
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