domingo, 31 de enero de 2010

El Dr. Zaius y el Dr. Zaius

Día mundial del traje de gorila 2010
Nota: Celebramos este año el día mundial del traje de gorila con este artículo. En él mencionamos elementos de la novela El planeta de los simios, de Pierre Boulle. Si no la han leído aún, leer este artículo destruirá toda posibilidad de disfrutarla y sería una pena porque es muy interesante.

Recientemente decíamos, a propósito de Sherlock Holmes, que una adaptación no necesita ser fiel para ser buena. Otro tanto podemos decir del gran clásico de 1968 The Planet of the Apes, que poco en común tiene con su referente literario La planete de singes, publicado en 1963 por Pierre Boulle. De las diferencias entre estas narraciones vamos a fijarnos aquí particularmente en las que alejan a sendos doctores Zaius.
En la película Zaius conoce los textos sagrados al dedillo y todo lo que concierne a la ciencia y la sabiduría simia. Por otro lado es un conservador extremo, guardián de lo heredado y enemigo declarado de la novedad; tiene a demás buenas razones para ello, su conocimiento de la historia, al que no tienen acceso los demás simios, es lo que le hace tener esa actitud por el bien de su pueblo. Esto hace de él un personaje complejo y sumamente interesante. Tiene la ventaja, frente a los reaccionarios de la realidad, de que vive en un mundo postapocalíptico y que es un mono.

Zaius2 Zaius1
El Zaius del libro no tiene nada que ver. A medida que avanza en la novela el lector se apercibe paulatinamente de que los simios, a diferencia de los de la película, no son inteligentes: solo lo parecen. Actúan como «monos de repetición», replicando los comportamientos que habían visto en los hombres, todo es una pantomima. En la conferencia que da el humano protagonista, aprecian, más que el contenido, la actitud y cómo bebe agua al terminar, esa es la primera pista. El no iniciado tiene a menudo la impresión de que en la bolsa todo el mundo grita y se agita sin sentido: eso es exactamente lo que ocurría en la bolsa del mundo simio. Si los experimentos con humanos por parte de los chimpancés y las cacerías por parte de los gorilas, eran tan comunes, era porque eran las actividades humanas con las que habían estado más habitualmente en contacto. Solo contados chimpancés habían comenzado a desarrollar verdadera inteligencia.

En este contexto ¿cuál era el papel de los orangutanes y de Zaius, la cúspide de su jerarquía? Ellos imitaban los comportamientos superficiales y actitudes de los sabios humanos: ponían cara de interesante, hablaban con suficiencia y seguridad, adoptaban ademán reflexivo, perdían tiempo ante documentos que no comprendían haciendo como si sí.
Ante esto se impone una reflexión moralizante, similar a la que encontramos al final de La isla de doctor Moreau de Wells ¿Cuántos humanos cruzamos a diario similares a estos animales?
Pero si gente que pretende lo que no es, o que es esencialmente superficial, la encontramos en todos los ámbitos (recordemos la moral americana precrisis que preconizaba una actitud de felicidad y triunfo para llegar a la felicidad y el triunfo) una actividad destaca por encima de todas: la del religioso profesional. Si, por ejemplo, un físico puede ser un farsante, un religioso profesional siempre lo es, constituyendo esa pantomima la esencia misma de su labor.

Papa
El Papa Benedicto XVI «en meditación y en no oración», como precisaron fuentes de Vaticano, durante su visita a la Mezquita Azul en Estambul en 2006. Vía La nación.

Las sectas tienen siempre una estructura piramidal: los creyentes de base no tienen acceso a grandes secretos y milagros, pero confían en que sus líderes sí y que, ellos mismos, llegarán también a ver confirmadas sus creencias un día. Entre tanto han de dar a la jerarquía su dignidad, su dinero y su culo, a menudo literalmente.

Los líderes, mientras, ponen caras de santidad, de sabiduría, de oración. Se retratan con túnicas, con palomas sobre la cabeza, dando bendiciones y conjuros.
En este día mundial del traje de gorila recordamos pues al papa de Roma, cuyo ministerio se ha comparado a menudo con el traje nuevo del emperador, pero, como hemos visto, se parece también a un traje de simio, al del dr. Zaius.

Letra capitular elaborada con figuras tomadas de aquí y la 'R' tomada de aquí.

sábado, 23 de enero de 2010

Otros Mundos XLII

Numerosas son las afinidades iconográficas, rasgos tomados de tradiciones comunes, paralelismos, etc. que podemos encontrar entre las diferentes colecciones de cromos de las que nos ocupamos. Por ejemplo, las criaturas de los pantanos, que vimos aquí, o los humanoides con cabeza de insecto de los que hablamos aquí o aquí y sobre las que volveremos. De estas afinidades, la más llamativas las encontramos en los cromos de Monstruos diabólicos que se inspiran directamente de uno de Otros mundos. El último de ellos que nos quedaba por ver, reclamado recientemente por el parroquiano Tyrannosaurus, es el número 82 de Otros Mundos y su epígono diabólico, número 19. El Iris bulboso aparece también en la portada del álbum, en un plano más amplio que nos permite ver una parte de su cuerpo y una extremidad que se alarga hacia el espectador. Por el color y por la aparición de las manos, parece haber sido esta imagen la que sirvió de base al Nebulosman, más que el cromo.

082Nebulosman
Recuerden que pueden encontrar Monstruos diabólicos al completo en el álbum de Flickr correspondiente de Rafa Toro

82. Iris bulboso.
Naturales de Lumark, son un enigma. Los bulbos pastosos de todo su cuerpo maduran y caen y los renuevan de otro color. Algunos biólogos sostienen que son especies de vegetales, árboles evolucionados erróneamente.

Aquí tienen en miniaturas enlazadas con los post correspondientes, las precedentes entregas de esta saga:

066Unicornio de MarteDuende espacial
Trasgo rojo, Unicornio de Marte y Duende espacial

061Totem Hechicero
Rey Zuongo y Totem hechicero

0533 selenita
Larva roja y Selenita

016Gato unicornio
Diablo-gato orejudo y Gato unicornio


La capitular se basa en una foto de Joseph Merrick (1862-1890) afectado por el síndrome de Proteo y más conocido como el Hombre Elefante.