Watchmen, la novela gráfica de Alan Moore publicada en 12 entregas entre 1985 y 86, está llena de hallazgos, matices e innovaciones que la dotan de gran riqueza e interés; no será aquí donde lo vayamos a descubrir, a estas alturas. Ello la ha convertido en una obra de tal influencia que es imprescindible para entender el cómic posterior y es considerada por algunos, más generosos sin duda que el Predicador, como una obra maestra. Ya analizamos, en previsión de la aparición de Batman: The Dark Knight, los orígenes iconográficos del Joker. En el mismo espíritu y con el fin de dotarnos de medios para juzgar con buen criterio la inminente adaptación cinematográfica, nos ocupamos ahora de los orígenes de los principales superhéroes de esta historieta:
A principios de los 80, DC compró los derechos sobre varios personajes a Charlton Comics; decididos a hacer algo con ellos, encargaron una serie a Alan Moore que les pusiera en escena. Pero la cosa no iba como se esperaba, ya que los personajes cambiaban demasiado respecto sus modelos en el proyecto de Moore, de manera que se decantaron finalmente por crear una serie original, cuyos protagonistas estuvieran sólamente inspirados por los antiguos personajes de Charlton: el resultado fue Watchmen.
He aquí los personajes de Moore con sus modelos:
El Comediante y Peacemaker, personaje que empieza como amable y pacifista y evoluciona en sanguinario justiciero:
Nite Owl (Buho Nocturno) se inspira en Blue Beatle, personaje de ajetreada carrera, ya que antes que a Charlton perteneció al Fox Features Syndicate y ha conocido diferentes versiones, con diferentes poderes, orígenes y personalidades secretas; una de ellas es un arqueólogo, de donde Dan Dreiberg hereda sin duda su faceta nerd.
El poderoso Dr. Manhatan toma su nombre, obviamente, del proyecto que creó la bomba atómica y el símbolo de su frente, un átomo de hidrógeno, seguramente hace referencia a la bomba H. En el tebeo rechaza usar como símbolo un átomo litio, optando por el de el del hidrógeno diciendo «si debo de tener un símbolo ha ser aquel que respeto»; curiosa explicación ¿por qué el hidrógeno merece más respeto que otros elementos? Se inspira en el Capitán Atom, cuyo símbolo tiene cuatro electrones, así que suponemos que representa un átomo de berilio, sobre cuya respetabilidad no nos pronunciaremos aquí.
El personaje Ozymandias, en en interior de la ficción, se inspira en los grandes reyes del pasado, por lo que toma el nombre griego de Ramsés II. También es un guiño al poema se Shelley sobre este faraón, subrayado por el hecho de que un fragmento de este poema es el epígrafe de uno de los capítulos. Es sorprendente que un megalómano tome su nombre de un poema que trata el tópico de lo efímero de la gloria. Nada que ver con el personaje Marvel homónimo, su antecedente charltoniano se llama Thunderbolt.
Roschach se inspira en The Question, es indudable, viendo la máscara y las ropas del personaje de Charlton, aunque Moore ha declarado basarse también en Mr. A, creado por uno de sus autores favoritos, Steve Ditko. Personalmente, siempre he visto en Kovacs elementos Travis, de Taxi Driver.
Silk Specter se basaba, teóricamente, en Nightshade, pero Alan Moore ha declarado que, en realidad, su inspiración estaba más en personajes como Black Canary o Phantom Lady.
Este artículo está basado, con persmiso de su autor, Julien Pirou (aquí su blog), en el programa televisivo La minute du geek, emitido por el canal francés Nolife. No obstante, durante nuestra investigación, hemos descubierto que el asunto más conocido de lo que creíamos y ha sido tratado en diversos lugares, pese a lo cual, teniendo en cuenta que la mayoría de éstos son sitios anglófonos, hemos decidido publicarlo, suponiendo que muchos parroquianos no estarían al tanto de la génesis de los personajes y en sintonía con nuestro hábito de indagar las fuentes.
Relacionados en El Predicador:Sobre Watchmen. Sobre Shelley
Las imágenes de los personajes de Charlton están tomdas de la Wikipedia, excepto la de Nightshade, que hemos encontrado aquí.
12 comentarios:
La verdad es que Moore mejoró bastante todos esos personajes. Sobre todo, a pesar de ser personajes que están tan claramente inspirados en los clásicos del comic, no dejan de resultarnos modernos (y eso que Watchmen tiene sus añitos...)
¡Tienes todos los vicios, Predicador! Watchmen tiene su valor más por haber hecho pensar a los lectores y a los autores de cómic americano allá por 1986. Luego le copiaron con menos gracia de la que cabía esperar. Creo que la verdadera influencia de esta obra y de otras que fueron contemporáneas, se dejó ver más a finales de los noventa. Ahora el cómic americano suele tratar de llevar un guión bueno y un desarrollo de personajes más madurado.
Y con la bajada del número de series, algo ha mejorado la calidad de la industria. Aún así, no abundan las obras maestras.
Hombre, la mentalidad fascitoide está muy presente en The Question...
Y Black Canary es una inspirtación de primer orden (madre superheroina, sexy, etc.)
A mi me parece muy buen comic y posiblemente una obra maestra, no sólo por cómo está sino también por la influencia que después tuvo.
Para ser un clásico son importantes las cualidades internas de la obra, pero más aún, como bien señaláis, la recepción de la obra; sus análisis, influencia, cómo es referenciada, etc. de manera que Watchmen es sin duda un gran clásico: junto con el The Dark Knight Returns, de Miller, significa el paso a la edad adulta del cómic de superhéroes, con todo lo que ello implica; autoanálisis de género, uso recursos narrativos ambiciosos tomados de otros medios, como el cine, etc. Sin embargo, a pesar de ese estatus de clásico y sus grandes hallazgos y cualidades internas todavía encuentramos defectos, lo que le veda la posibilidad de ser una obra maestra.
En cierto sentido, creo que las obras de Miller y Moore han sido sobrevaloradas, como confirma los truños que perpetraron más tarde como el infumable 300 y el pretencioso From Hell.
Hombre, "From Hell" sí es pretenciosa, pero se le perdona (como intento de comic ensayo no está mal).
Miller lleva unos años bastante perdido, pero Moore siempre es garantía de calidad. Es más, ahora mismo no recuerdo ningún guión suyo que me haya decepcionado (si hasta me gusta "Lost Girls")
Saludos.
Estimado Predicador:
En mi umilde opinión (no me tengo por docto en este tema) es que Watchmen supuso una ruptura, una revolución... pero sólo en los lectores de cómic que únicamente conocían el "mainstream" superheroico. Los lectores que provenían de otras corrientes (me refiero, en España y por la misma época a los asiduos a 1984, Totem, etc) ya tenían cultivado el interés por lecturas de comic un poco menos ligeras, si se me permite la expresión, que Spiderman, por poner un ejemplo. De modo que cuando "Watchmen" cayó en mis manos me pareció una autentica chifa infumeble con la que no había manera de establecer el pacto de ficción tan necesario para una narración fanástica.
Perdone por mi diatriba. 8-)
Ya se han dado todos los argumentos sobre Watchmen que se me han fijado en mente, así que no voy a reiterar mucho: sencillamente, conociendo cómo estaba el mundo del cómic de superhéroes en el año 86, resultaba más bien difícil imaginar algo como Watchmen. Es cierto que desde la edad de oro los personajes fueron madurando y adquiriendo auténtica entidad (a mí algunos guiones de Superman de los 60, ya la edad de plata me parece que no se los tragaría un crío de 8 años) pero aún no llegaban a algo como Watchmen.
From Hell no está mal pero encontré más divertido The League..., entre otras cosas porque epataba mi pedantería literaria con las referencias a los clásicos del XIX y me daba oportunidad de descubrir otras referencias que no conocía.
Estoy contigo en que el cómic que evocas es mucho más rico que el de superheroes, Ensis, siempre me cautivó mucho más. También en Usa ya existía ese género entonces, en gran parte por influencia europea, desde que se comenzó a publicar Metal Hurland allí, bajo el título de Heavy Metal, y luego con Epic, que seguía su estela, pero sólo con autores americanos y también a través de películas que bebían directamente de esta tradición, como Alien o Blade Runner.
Otro género americano que no hay que olvidar son las publicaciones terroríficas de la Warren, que me han dado muchas de mis mejores experiencias comiqueras.
En fin, que lo sorprendente es que los supehéroes fueran tan simplones en aquella época y ya tocaba una renovación del género. Era, pues, el signo de los tiempos, ya que se vio un fenómeno parecido en otros géneros, como espero tener ocasión de tratar próximamente a propósito del tío Gilito.
Sin embargo, creo que las dificultades para aceptar el pacto de ficción superheroíco, unido a prurito realista introducido por Moore y Miller, ha dinamizado la teología superheroíca (esto iba a ser otro post, no sé si tendré tiempo de escribirlo) todas esas pelis últimas de superhéroes son producto de esta tensión, como la teología surgió de la inverosimilitud del cristianismo.
No puedo ser tan indulgentes como vosotros, Roski e Illuminatus, respecto From Hell: no me explico cómo se puede hacer un cómic victoriano y con Jack el destripador y que sea aburrido ¡no tiene perdón! Por no hablar de los horribles dibujos de Campbell, que se escuda en un pretendido expresionismo intentando ocultar su incompetencia: por lo menos podía haber calcado varias fotos diferentes de la reina Victoria, en vez de siempre la misma.
The League... es un tebeo correcto sobre una idea brillante (seguramente inspirada por los hallazgos de Philip José Farmer) que podía haber dado mucho más. Me encantan los héroes de aventuras de la literatura decimonónica, como sabéis son un gran fan de todos los que aparecen,así como la ambientación steampunk: lo dicho, un desperdicio; un buen dibujante hubiera ayudado a una inmersión en ese interesante universo, aunque nunca hubiera cubierto las debilidades del guión.
En cuanto a Miller, de Sin City o 300 prefiero no hablar; prefiero no recordar esos horribles dibujos ni esas tramas que se pretenden complejas y perversas y no consiguen salir de la ingenuidad más elemental.
He de adimitir, por otro lado, que no he leído "V" de vendetta ni Lost girls, así que a Moore le daré todavía alguna oportunidad más.
Estimado Predicador:
En mi opinión no debería usted desperdiciar su talento ni su tiempo en "V de..." -iba a decir una grosería-. Respecto a "Lost Girls" no sabría que decirle, pero viendo de donde venimos, probablemente tampoco.
Es muy cierto que el Metal Hurland fue una revelación para miles de lectores, no solo estadounidenses, si no también para europeos, que en aquella época estabamos abandonando a Peyo para sumergirnos en otro tipo de lecturas (me sigue gustando mucho Peyo); pero me refería específicamente a los lectores de superhéroes que solo leen superhéroes (que son la mayoría de los lectores de supers, igual que la mayoría de lectores de manga shonen de la corriente principal solo leen manga shonen de la corriente principal); si hubiensen leido tebeos de la Warren otro gallo habría cantado y los watchmen no habrían sido tan "rompedores".
Si Watchmen lo hubiera dibujado un artista de la Warren, el pulpo gigante ese daría más miedo.
Interesantísimo, estimado Predicador. Precisamente ahora ando releyendo este tebeo (por... ¿quinta vez?) por aquello de tenerlo fresco cuando me plante frente a la pantalla. Me ha gustado saber de dónde venían unos personajes que yo creía del todo originales. Pena que Moore se haya desentendido del proyecto cinematográfico, cosa que hace con mucha frecuencia. Cada vez me resulta más esnob este muchachón.
La verdad que las imágenes y la publicidad viral de la peli tienen una pinta genial y tengo ganas de verla, a pesar de lo larga que es la lista de razones para no ir.
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