miércoles, 28 de abril de 2010

El último cine porno

A principios de los 70 la industria del sexo conquistaba el barrio parisino de los Grands Boulevards. Así, en 1972, el Bikini, que había sido rebautizado como Beberley dos años antes, comienza su andadura en la pornografía. El local había sido liberado por la reducción del restaurante vecino en los años 60; situado en el 14 de la pequeña calle de la Ville-Neuve, que da al bulevar Bonne Nouvelle, lleno de grandes cines comerciales.

Pero las numerosas salas X del París de esa edad dorada no resistieron al vídeo. La industria del sexo, en todas sus formas, puebla todavía las calles que descienden desde los Grands Boulevards hacia Les Halles. Los viejos sexshops —con aires falsamente ilegales que delatan una sexualidad culpable— conviven con los nuevos —desinhibidos y chic del sexo de diseño como Passage du désir— los locales de cabinas DVD proliferan: sólo el Beberley resiste, fiel al 35mm.

Beberley 1

En franca decadencia a principios de los 90, Maurice Laroche asume la dirección: emprende la restauración de la sala y, sobre todo, innovaciones en el programa:

Por supuesto, cine, que alterna vídeo y celuloide (de 11h a 22h todos los días, salvo los domingos y festivos, que comienza a las 13h): pero también, noches reservadas a parejas (jueves y sábado a las 23h) lecturas de poesía erótica e incluso teatro. Para un programa actualizado pueden visitar su página.

Beberley 2
El interior de la sala, con 90 butacas, similar al de los cines de arte y ensayo de la capital
L'interior de la salle, avec 90 fauteuils,
similaire aux cinémas d'art et essai de la capital

Las productoras hace tiempo que abandonaron el celuloide, de manera que el repertorio del Beberley nos lleva inevitablemente a los clásicos del género; la nostalgia y cierta cinefilia se mezclan extrañamente con los intereses tradicionales de los amantes del porno.

¡Quién sabe! Si cuadros al óleo considerados en su día escandalosos decoran hoy las bibliotecas de nuestras universidades, quizá pronto la intelligentsia de Saint-Germain-des-Près cruce el Sena para gozar del selecto placer para el cuerpo y el espíritu que nos propone el Beberley.

La dernière salle x

Au début des années 70 l'industrie du sexe conquit les alentours des Grands Boulevards. Ainsi, en 1972, le Bikini, rebaptisé Beberley deux ans plus tôt, entame son parcours dans la pornographie. Le local, né de la division du restaurant voisin dans les années soixante, est au 14 rue de la Ville-Neuve, qui donne sur le boulevard Bonne Nouvelle, plein des grands cinémas.

Mais les nombreuses salles X du Paris de cette âge d'or ne résistent pas au vidéo. L'industrie du sexe, dans toutes se formes, peuple encore les rues entre les Grands Boulevards et les Halles. Les vieux sex-shops – avec des faux aires illégaux d'une sexualité coupable – cohabitent avec les nouveaux – décomplexes et chic comme le Passage du désir – les locaux aux cabines DVD prolifèrent : le Beberley seul résiste, fidèle au 35mm.

Beberley 3
La cabina de proyección
La cabine de projection

Décadent au début des années 90, Maurice Laroche assume la direction : restauration de la salle et, surtout, innovations dans le programme :

Du cinéma, bien sûr, qui alterne la vidéo et l'argentique (de 10h à 22 tous les jours; dimanche et fériés, de 13h à 22h); mais aussi des soirées réservés aux couples (jeudi et samedi à 23h) lectures de poésie érotique et même du théâtre. Pour un programme actualisé des animations vous pouvez visiter son site.

Les maisons de production ayant arreté depuis long temps le 35mm le Beberley nous amène donc inévitablement aux classiques du genre. La nostalgie et un certain type de cinéphilie se mêlent avec les attentes classiques des amateurs du porno.

Des tableaux blâmés jadis comme scandaleux ornent aujourd'hui les bibliothèques de nos universités : Qui sait! Peut-être que bientôt l'intelligentsia de Saint-Germain-des-Près traversera la Seine pour jouir du rare plaisir pour le corps et l'esprit que propose le Beberley.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese cine me parece muy familiar creo que he visto almenos dos peliculas porno en el que se rodaba una escena en ese lugar.

Si mal no recuerdo era con katsumi y otra chica francesa que no recuerdo su nombre entraban al cine y disimuladamente se faenaban a un tipo sin que los vieran los demas hasta que llegaba la tia vendiendo caramelos que los sorprendia y se convertia en orgia en el cine. Por sierto la pelicua tambian te da un tour por francia.

y la otra pelicua tambien creo de marc Dorcel que vi viene rodada desde la entrada es de una monja que va a ver una pelicula al mismo hace cola en la entrada del mismo cine y cuando se sienta dos tios se sinete alrededor de ella y se la empiezan a trajinar, la gente como que no esperava eso y al darse cuenta empieza a salirse del cine y otros por el contrario estiran el cuello mas para mirar.

Estoy casi seguro que es la misma sala que la muestras en las fotos

Vampirella dijo...

Tiens! tu ne m'as jamais amené là ; ça a l'air mignon.

Illuminatus dijo...

En los 80 se rodaban tantas películas clasificadas x en Francia (más que de las otras) que salvó la industria cinematográfica del país.

España tiene taaaaantas cosas que aprender... XD

Evil Preacher dijo...

Gocuzero:
Pues no me extrañaría nada, Katsumi es muy prolífica (ahora ha cambiado su nombre artístico por «Katsuni» debido a algún problema de derechos, creo). Por otra parte, en ese cine estarían encantados de acoger un rodaje.
Sería muy bonito, porque representaría la unión de dos grandes momentos del prono francés, la etapa del celuloide y la del Canal+.

En los 80 se rodaban tantas películas clasificadas x en Francia (más que de las otras) que salvó la industria cinematográfica del país. Posteriormente, las producciones del Plus hicieron que ese canal siguiera a delante, a diferencia de otras iniciativas de televisión de pago.

Voy a transmitirle tu duda a Maurice, el patrón del Beberley; será un placer para él confirmar o refutar tus sospechas.

Vampirella:
Mais tu es bien trop jeune, ma mignonne! :P

[Nota: Este comentario iba antes del de Illuminatus, pero lo he vuelto a escribir para corregir una falta de ortografía que me molestaba. Aprovecho para aclarar que Katsumi trabajó mucho para Canal+, información sin la cual no se entendía bien el comentario.]

Illuminatus, como ocurre a menudo, nada puedo aportar a tu comentario, salvo decir que tienes más razón que un santo.

Luis E. Froiz dijo...

Por suerte, poco a poco, mediante internet y la liberalización moral de ciertos sectores, el cine porno comienza a ganar ese mínimo de respeto que tuvo en los 70 como industria no absolutamente separada del cine "convencional". Y ahí tenemos si no escenas de sexo explícito en films como serían Los Idiotas de Von Trier o Solo Contra Todos de Gaspar Noé.

De todos modos, también ayuda a esta evolución el separarse como porno para consumo (masturbatorio o sexual) o porno para visionado más cinematográfico, que era mucho de lo que se intentaba en un principio.

Evil Preacher dijo...

Buena observación, Luis. Por otra parte, incluso el porno masturbatorio, debido a su abundancia y accesibilidad, ha también contribuido, en cierta medida, a la descriminalización social del género.

Esto nos lleva de nuevo a su relación con la industria; no hay género más pirateado y más accesible gratuitamente en Internet que este y, no obstante, la industria vive su mejor momento y nunca se habían producido tantas películas. Algo de lo que deberían tomar nota políticos y ram()ncines varios.

Gocuzero:
Buen ojo y profunda erudición: los responsables del cine me confirman que, efectivamente, se han rodado varias películas en la sala y que, en alguna de ellas, aparecía Katsumi.

Movimiento 31 dijo...

Excelente reseña, Evil. Al hilo de los comentarios, hay que recordar que, tan amenazada está la industria del porno por su inestimable gratuidad, que algunas de sus estrellas han grabado un manifiesto en su defensa:


http://www.libertaddigital.tv/ldtv.php/beta/videoplayer.html/4xNzsTHA1nI/


Desgraciadamente, este manifiesto no es todo lo explícito que desearíamos.


Un saludo