martes, 8 de junio de 2010

Otros Mundos XLVI

Una escena compuesta de tres cromos. Contiene otro elemento que confirma la hipótesis de que las imágenes se hicieron antes: los textos se redactaron más tarde con la intención de dar cierta coherencia al conjunto. Situar todo en otros mundos parecía una buenas excusa para poner en escena criaturas tan variadas, pero ¿qué hacer cuando la escena parece desarrollarse en la tierra? Bueno, lo que ocurre es que han copiado, según dicen, «nuestra civilización occidental», aunque a mí esta imagen me recuerda más bien a Tokio ¿no creen?

130_132

130-131-132. Unicornio acorazado.
En varios planetas, desde que nos visitan con «ovnis», han imitado casi exactamente nuestra civilización occidental. En Vesuria, en el extremo más alejado de la Vía Láctea, se construyó una ciudad llamada Nueva Tierra. En cierta ocasión, esta fue invadida inesperadamente por una docena de espantosos unicornios acorazados, que tuvieron que ser abatidos por la artillería y por la aviación, no sin que antes causaran destrozos y víctimas. Los unicornios procedían de los mares burbujeantes, donde viven normalmente en grupos dando caza a grandes animales. Parece que fue un terremoto el que los aterrorizó y lanzó a tierra firme.

La idea de un unicorno acorazado evoca inevitablemente al rinoceronte, al de Durero en particular, por lo que lo hemos invitado a la letra capitular.

5 comentarios:

2_unlimited dijo...

Antes de nada, gracias Predicador por brindarnos estas perlas de Otros Mundos. Estaba esperando como agua de mayo imagenes formadas por varios cromos que venían en muchas paginas de este album. Nuevamente gracias

Illuminatus dijo...

Tendría sentido si fuese una especie de parque temático pero replicar el entorno terrestre de los 60 pudiendo viajar entre mundos...

Movimiento 31 dijo...

Lo curioso es que no deja de ser extremadamente coherente la viñeta y su descripción. No se deja claro si los fundadores de Nueva Tierra eran terrícolas o no. En caso negativo, la obcecación por imitar la civilización occidental habría llevado a los habitantes de Vesuria a relicar también la costumbre de las operaciones estéticas a fin de asemejarse al máximo a los humanos. Y lo mismo ocurriría con sus sastres.

En contra de la afirmación de Illuminatus, creo que no sería descabellado que los habitantes de esos planetas encontrasen tan romántico el entorno terrestre occidental (adjetivo que salva la verosimilitud de toda la viñeta) de los 60 que decidiesen imitarlo hasta las últimas consecuencias. Para comprender esta hipótesis y aceptarla habría que acudir a la identificación de las razas que los pueblan y a la lectura de los estudios psicológicos que se tengan de ellas.

En último término, la multitud de planetas del cosmos podría arrojar la coincidencia del imaginario japonés sobre Godzilla con la realidad de los unicornios acorazados de Vesuria.

Guely of Sweden dijo...

Ah, El Rinoceronte de Durero! hace un par de años leí un libro en el que se hablaba mucho de él: Clara's Grand Tour:Travels with a Rhinoceros in Eighteen Century Europe, by Glynis Ridley. Muy recomendable si lees en ingles.

Evil Preacher dijo...

Es cierto que un parque temático, como propone Illuminatus, hubiera sido una buena excusa. Es curioso que precisamente sean humanoides muy humanos los que pueblan esos planetas copiones, pero como también aparecen en otros cromos, podemos aceptarlo. Sin embargo, vimos en la sección de naves espaciales que también habían copiado el alfabeto latino y los números indoarábigos en las matrículas de sus aparatos.

Movimiento; tal vez Gozilla sea una entidad que flota en el cosmos e intenta materializarse a través de diferentes vías; el cine japonés de serie B, los unicornios vesurianos y quién sabe cuáles otras. Muy interesante la proposición de estudio de las razones psicológicas que llevan a los vesurianos a copiarnos; que el ambiente sea sesentero creo que nos puede dar una pista sobre la velocidad de sus naves espaciales.

De nada, 2_unlimited, un placer, como siempre. Es cierto que, aunque ya hemos publicado algunos cromos múltiples bastante espectaculares, como el gorila ese que lanza rayos por los ojos o el decaproboscídeo, sin contar con las naves espaciales de dos cromos, quedan todavía bastantes por mostrar ¡no tardarán!

Suena, desde luego, muy interesante Guely. el libro que propones. La percepción en la Europa del pasado de seres exóticos ofrece pistas inestimables sobre nuestra manera de comprender el mundo. El rinoceronte que mencionas llegó en el XVIII, tengo noticias de otro en Portugal en el XIV (el que inspiró el de Durero) y otro en Madrid, creo que en el XVII, que dio nombre a la actual calle de la Abada.