sábado, 6 de noviembre de 2010

El futuro de las creencias irracionales

En el mundo occidental se considera que la libertad de los ciudadanos es un derecho que debe ser protegido por los gobiernos. En el caso de la libertad de creencias y de cultos esto implica el fin de del estatus legal especial con el que se favorecían hasta ahora las religiones tradicionalmente dominantes en esos países. En efecto, no se ha encontrado ninguna razón para defender que la fe en la Pacha Mama sea más o menos digna de un estatus legal especial que la creencia en la Virgen María, en las hadas o en la homeopatía ¿Qué deriva puede tomar esta actitud? Existen dos posibilidades que, en un mundo coherente, serían excluyentes: mantener los privilegios de las religiones dominantes, extendiéndolos a cualquier grupo que se defina por sus creencias irracionales o bien, eliminar esos privilegios de manera definitiva.

Curiosamente, la primera opción parece la tendencia predominante: recordemos la ley británica contra el odio religioso, contra la que se opuso nuestro admirado Rowan Atkinson y, hace unos días, como una jueza española protegía el honor de mediums y parapsicólogos frente al profesor Fernando Cuartero, que los había llamado estafadores, condenando a éste a una multa.

Couple with a young female spirit
Pareja con un fantasma, fotografía de la colección del National Media Museum

En esta tendencia subyace un juicio muy aceptado: una creencia irracional, aunque pudiera estar equivocada, es garantía de excelencia moral. De esta manera, un musulmán, pongamos por caso, aunque estime que un sacerdote católico esté fundamentalmente equivocado, considerará más digno de confianza a éste que a un racionalista.

La aplicación práctica de este principio puede traer muchos problemas, ya que cualquiera puede reivindicar un trato especial ante la ley, argumentando para ello algo tan frágil y difícilmente contrastable como una creencia, fe, convicción íntima, etc.

Ya hemos mencionado algunos conflictos que ha generado esta actitud:
La indignación de los jedi, cuyo derecho a llevar la cabeza cubierta es tan respetable como el de las musulmanas.
La indignación de los ganaderos porcinos gallegos que, contritos por las normativas que pretenden proteger a los animales, ven como se permite a los musulmanes saltarse esas mismas normas por razones religiosas. Incluso se plantearon inscribirse como asociación religiosa, para poder volver a sus métodos de matanza tradicionales.
Esto no son más que detalles; si tenemos en cuenta las ventajas fiscales que las religiones tienen en muchos países, la definición como asociación de culto podría convertirse en una estrategia interesante para muchas empresas; de hecho, ya se han dado ejemplos, como el parque de atracciones creado por el reverendo Jim Bakker, en el que el precio de las entradas era considerado como donaciones de los fieles.

En suma, dejando a parte otros efectos negativos de las creencias irracionales, este paradigma parece inaplicable en la práctica, por lo que se debería optar por la alternativa, es decir, eliminar todo trato de favor a la sinrazón en las legislaciones.

No obstante, esa dicotomía se daría en un mundo coherente y no es el caso, en un futuro post examinaremos cómo lo más probable es que ambas posturas coexistan y de las actitudes de diversas creencias hacia ellas.

En cualquier caso, la postura de una persona sensata debería ser la de luchar por la que prevaleciera la razón en los textos legales y su aplicación. El caso del profesor Fernando Cuartero, al que nos referíamos antes es una buena ocasión para hacerlo. Pueden apoyarlo uniéndose al grupo correspondiente en FB o por cualquier otro medio que se les ocurra. Esta condena podría crear un precedente muy grave para el pensamiento crítico, ya que los médiums se verían protegidos por la justicia. Inversamente, si Cuartero gana el recurso, este tipo de gente se lo pensará dos veces antes de atacar en justicia a aquellos que denuncian sus malas prácticas; se tendrán que conformar echando males de ojo.

7 comentarios:

Jack Astron dijo...

Lo que ha ocurrido con el profesor Cuartero debiera llevar a cuestionar la legitimidad académica de universidades adscritas a dogmas religiosos.

Si es inaceptable que una universidad le dé su respaldo a creencias en espíritus o en fantasmas, ¿por qué tendría derecho a promover creencias en dioses?

La evidencia a favor de la existencia de espíritus, fantasmas y dioses es la misma: cero.

Mi total apoyo al profesor Cuartero.

Illuminatus dijo...

Ya que son tan aficionados a las pruebas contrastadas, propongo una prueba experimental a la vieja usanza, como se hacía con las beujas hace tiempo: si el mal de ojo de uno de esos magufos tuviera sobre mi persona el mismo efecto que quinientos gramos de alto explosivo detonados sobre la de uno de esos "brujos" escogidos al azar, entonces habría lugar a su forma de negocio.

Luis E. Froiz dijo...

Triste es que se plantee, siquiera, que llamar estafador a alguien que promete magias, sea menoscabar su dignidad. Pero bueno, triste es también que las empresas basadas en aprovecharse de ingenuos y miedos tengan tantos favores sociales. Quizás la única manera sea menoscabar su legitimidad con religiones extremadamente absurdas como es esa de los jedis, o la de los ganaderos gallegos, demostrando el sinsentido de la legislación al respecto.

Evil Preacher dijo...

Naturalmente, estoy contigo, Jack. Cuartero ya ha presentado el recurso y sospecho que a los brujos les va a salir el tiro por la culata al final.

Tu propuesta, Illuminatus, me recuerda a aquel programa televisivo indio en el que un escéptico desafiaba a un poderoso brujo a que le matara con magia negra.
http://www.youtube.com/watch?v=Bmo1a-bimAM

Así es, Luis, la creación indiscriminada de sectas absurdas es una forma de denuncia que podría contribuir al fin de los privilegios para este tipo de creencias, colateralmente podría producir un frente común de las más poderosas sectas para defenderse de los gusanos que comen de sus cadáveres.

Estrellita Mutante dijo...

Lo serio del tema es como el concimiento mágico/inventado entra en las universidades o la homeopatía en la sanidad pública.

Evil Preacher dijo...

Así es, Estrellita. Ya hay precedentes de la irracionalidad irrumpiendo en la universidad y los resultados han sido desastrosos.

Enrique Arias Valencia dijo...

Un excelente post que conjuga la estética regular del blog y las irregularidades del derecho de las creencias.

¿Qué dirían los irregulares de Baker Street?