Hoy disfrutamos de una entraga doble de esta colección de cromos, ya que es la número
XL, que, paradójicamente, es siempre más grande que la
L y es que «están locos estos romanos».
Fíjense en que volvemos a hablar del planeta hueco Beta-Septentinius, donde vimos que una raza que vive en su interior manda robots a la superficie a cazar: «glípteros» los llaman
en su entrada, pero en
la de los robots comenten la incoherencia de llamarlos «megápteros» (nada que ver con los
Negápteros pabellonados de Nova Atlanta) aquí, de nuevo los llaman «glípteros», por lo que suponemos que es éste el nombre correcto. Les llamo la atención también sobre el Búbido, cuyo cuerpo unimos a la cabeza de un caballero negro en un colage
en otro post.
77. Búbido de Neumón III.
Cerebro pequeño con muchísimas cincunvoluciones; aprenden pocas cosas, pero a fondo. Sin nervios, desconocedores del vértigo y del miedo, son los mejores para pilotos, policías espaciales, bomberos, equipos de salvamiento, etc.
78. Cuadrúpedo bimano de Barutcha Mayor.
Para soportar la terrible atracción del planeta donde un hombre pesaría 2 ó 3 Tm., necesita cuatro patas y posición vertical. Fijáos en la manera de aligerar peso du esponjoso cerebro.
79. Octópodo anélido.
Inteligentes y maliciosos, utilizan su fuerte pico para excavar, cazar, pescar, romper cáscaras, arrancar raíces... y para pelear. Arrebata cuevas a otros animales y las agranda convirtiéndolas en cómodas y sanas viviendas.
83. Terrífico negro.
Habitante del interior de Beta-Septentinus, es el único que sale al exterior para procurarse su propia caza, sin temor a las fieras que lo habitan, A menudo tiene que defenderse de los robots cazadores de sus vecinos glípteros.
Capitular montada sobre una imagen tomada de Ocean Explorer.