martes, 20 de diciembre de 2011

Quinto aniversario

Coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de Carl Sagan, este su blog de ustedes nació hace hoy cinco años. La celebración no es tan alegre como me hubiera gustado, puesto que atravesamos la fase de inactividad más larga de la historia, con el último post datado el 31 de agosto.

Siguiendo una suerte de libro de estilo pocas veces he escrito sobre mí mismo, ya que hay asuntos sin duda de más interés, y también he preferido ofrecer más hechos que opiniones. En cambio, tras tanto tiempo y dado lo especial de la efeméride, me voy a permitir hoy abusar de su complicidad usando la primera persona.

En los primeros tiempos el blog me permitió canalizar mis intereses, quizá demasiado heterogéneos, creando cierta impresión de que todo tenía una estructura y un propósito. Lamentablemente en los dos últimos años ha sido duro mantener el ritmo, a causa del exceso de trabajo. Los lectores lo habrán notado en particular en la menor frecuencia de post de cierta densidad, frente a los anecdóticos y circunstanciales. En la cocina se han visto otros problemas, reverso tenebroso de las ventajas que encontraba al principio: gran cantidad de trabajo y de material acumulado para post ha quedado pendiente: notas, ilustraciones, enlaces, textos, investigación, etc. sin que nunca tuviera tiempo para dar la forma final y publicar. Un buen ejemplo de esto sería la investigación sobre el esquema argumental policiaco de la habitación cerrada. Para preparar los post leí innumerables relatos que lo usan y, con el fin de agotar sus variables, vi todos (¡todos!) los episodios del animé Detective Conan, muchos de los cuales declinan ese tópico. Ahora ignoro dónde andarán las notas que tomé durante los visionados. Otros ejemplos, más recientes, serían el reportaje de la última Japan Expo (por no hablar del encuentro con los actores y el guionista de la serie Highlander de la precedente) o el fotoreportaje de una manifestación por una Europa laica en Londres este mes de septiembre, ambos relacionados con la actualidad y por lo tanto ya obsoletos. En realidad, casi todos los post anunciados en la barra lateral de futuros post pertenecen a esta categoría, con muchos otros que nunca he llegado a anunciar. Vaya, que me he empantanado.

cross
Quentin Tarantino como predicador en Little Nicky

Otro golpe a la moral ha sido una nueva eliminación, esta vez sin previo aviso, de mi cuenta de YouTube, con todos sus vídeos, subtítulos, contactos, diseño del canal, favoritos (marcados como tales a menudo con el fin de tenerlos localizados para usarlos en futuros post) etc. La razón aducida ha sido una supuesta reclamación de derechos por parte de Estudios Ghibli. Seguramente sea cierto, pese a que apenas tenía 4 minutos de su propiedad alojados.

En cambio, he de admitir que el silencio de estos dos últimos meses se ha debido más a andar ocupado en asuntos interesantes y placenteros que a las angustias del trabajo.

De cara al futuro mi proyecto es volver a publicar más post trabajados, aunque eso signifique disminuir la frecuencia, primando la calidad sobre la cantidad. El exceso de trabajo extrablogueril de estos últimos tiempos me ha enseñado a mesurar mis ambiciones, de modo que eliminaré la columna de futuros post en El Predicador (en Desde Camden House la mantengo).

Quedan algunos toques al aspecto del blog, así como el contenido de las pestañas secundarias, para que llegue a ser más o menos como lo tenía pensado al principio. Desde entonces las modas han cambiado y ahora que YouTube y Gmail han renunciado a las esquinas redondeadas y a los degradados el Predicador vuelve a estar a la última.

No quiero cerrar este post sin agradecer su lectura a todos los parroquianos que han frecuentado esta casa; tanto a los veteranos, algunos ya amigos, como a los más recientes. Nada tendría sentido sin los lectores y comentaristas que tanto han hecho por elevar el nivel del blog con sus intervenciones. También han sido muy importantes todos los blogueros que han referenciado mis post o me han incluido en sus blogrols. De verdad, muchas gracias a todos.

La capitular pertenece a la serie sobre la danza de la muerte de Hans Holbein, 1523 y está tomada de aquí.