Qedan ya pocas criaturas para completar la colección. Una de ellas es un horroroso ser que los redactores encuentran «simpático» y los rayos que lanza resultan ser sustancias fertilizantes. No se engañen: parece un fante, pero no lo es. El otro desafía todas las taxonomías, salvo porque no puede clasificarse en ninguna, y hace buenos los versos de Jalil Gibrán «Tus hijos no son tus hijos, /son hijos e hijas de la vida».
118. Pseudofante de Rachesky.
Este simpático jardinero erguido carece de brazos, ventajosamente suplidos por sus dos trompas gemelas. De carcter alegre, parlotea incesantemene mientras cultiva, riega, abona, poda o injerta.
134. Mutante continuo.
Este ser, extraño entre los extraños, no tiene nombre determinado porque es genéticamente inestable; cada generación es diferente de la anterior; los hijos no se parecen a los padres ni a los abuelos; cada hijo es un enigma.
La imagen de la capitular está tomada de aquí.
Este simpático jardinero erguido carece de brazos, ventajosamente suplidos por sus dos trompas gemelas. De carcter alegre, parlotea incesantemene mientras cultiva, riega, abona, poda o injerta.
134. Mutante continuo.
Este ser, extraño entre los extraños, no tiene nombre determinado porque es genéticamente inestable; cada generación es diferente de la anterior; los hijos no se parecen a los padres ni a los abuelos; cada hijo es un enigma.
La imagen de la capitular está tomada de aquí.
6 comentarios:
A pesar de su caracter alegre supongo que en mi caso, pondría una distancia prudencial de seguridad con el pseudofante de Rachesky, antes que pedirle consejos sobre jardinería.
En cuanto al mutante continuo, solo se me ocurre que por algun misterio de la naturaleza los cromosomas de cada generación se unen aleatoriamente, cual loteria de Navidad dando lugar a criaturas completamente diferentes. Esto plantea el problema de su reproducción, ya que al ser los individuos diferentes entre si, ¿como reconocer a las hembras para aparearse?, salvo que sean capaces de autofecundarse.
Parece que la colección va llegando a su fin, así que corresponde felicitar al predicador por su excelente trabajo.
Sospecho que los estándares de alegría de los racheskianos difieren de los nuestros.
Quedan... no sé, creo que cuatro criaturas y algunos dibujos compuestos de varios cromos con escenas bélicas.
Qué recuerdos.
Bienvenido, Paleo.
Hola de nuevo predicador supuestamente malvado.
Viendo los alienígenas que cada dos por tres nos presentas, me viene a las mientes una galería de personajes, que el genial Beá, en su revista de corta, pero intensa
vida,"Rambls" nos ofreció hace un montón de años.
Para mi, su mayor genialidad residia en las definiciones y características, (Si Beá, es un gran dibujante, su pericia escribiendo está fuera de medida)
Si no los conoces, procuraré desenpolvarlos del desván.
Otra cosa, tambien en Rambla, tuve la posibilidad de adaptar un texto tan magistral como corto de Kafka, mi ídolo desde los 60 en que lo descubrí. "Un mensaje imperial" Nunca fuí tan libre!.
Lo puedes ver en:
isidremonesart.blogspot.com
Saludos, Predicador
Isidre Monés
¡Saludos, Isidre!
Recuerdo una galería de Beà sobre bichos de Lovecraft, pero salió en Creepy (todavía los tengo por algún lado y son estupendos) así que creo que tú te refieres a otra, que nunca he visto hasta ahora.
Por cierto, aunque ya conocía tu versión de «Un mensaje imperial» siempre es un placer volver a leerla, un gran cómic que entiende muy bien el auténtico sentido de lo kafkiano. Desde luego, recomiendo a todos mis lectores que no lo conozcan todavía que se pasen por tu blog (enlace en la columna lateral).
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