sábado, 30 de junio de 2012

Thugh el curtidor

Estamos hoy con Thugh el curtidor: buenos días, Thugh.
–Buenos días.
–Recordemos que Thugh es el curtidor más importante de su clan y su trabajo es muy apreciado en todo el Valle, incluso por los demás curtidores. Su trabajo involucra tecnologías avanzadas en diferentes áreas, como pulimento de sílex, tensión de fibras y cañas, etcétera y está especializado en la industria de la conservación del calor corporal. Es, por lo tanto, la mejor persona para analizar con conocimiento de causa el asunto que nos preocupa, la técnica conocida como «control de fuego» ¿Qué opina de ella, Thugh?
–Sin duda es muy interesante y espectacular, aunque el término de «control» que utilizan sus defensores es exagerado; todos nosotros, desgraciadamente, estamos familiarizados con los peligros que implica el fuego, incluso existe la expresión «jugar con fuego» cuando queremos decir que algo es arriesgado.
–Sus defensores le atribuyen otras aplicaciones, más allá de la conservación del calor, como, por ejemplo, protección nocturna contra bestias carniceras.
–Lo he probado y sí, ilumina: si te pones en corro en torno a una hoguera, puedes ver la cara del tipo que tienes enfrente... si el humo no te ciega (risas) pero más allá del corro la noche es todavía más negra que sin fuego, incluso cuando hay luna. No podrías ver nada que se acercara; en cambio, las fieras y las criaturas de la noche podrían localizarte a gran distancia ¿Qué clase de protección es esa? Por no mencionar la moda de comer alimentos quemados ¿A quién podría interesarle sino a ancianos de débil dentadura?
–Y, volviendo a su área de especialización ¿Qué ventajas tiene el fuego respecto a métodos de abrigo tradicionales como, por ejemplo, la piel animal?
–Las pieles funcionan siempre, en cualquier momento, sin necesidad de un combustible laborioso de recoger. El proceso de encendido del fuego resulta largo y complicado y, en cuanto a la tecnología de conservación de brasas o pavesas no está, a día de hoy, realmente conseguida. Esos cuernos y demás envases ventilados necesitan supervisión constante ¿Será capaz esta industria de generar una tecnología eficaz de conservación de brasas? Ese es otro interrogante que cuestiona el uso del fuego y sobre el cual yo, personalmente, no soy optimista. Por otro lado, el fuego siempre ha sido creado por agentes sobrenaturales; de origen divino, según los expertos; como el rayo o los volcanes ¿no estamos jugando a ser Dios?
–¿No está de acuerdo con aquellos que mantienen que el fuego podría disminuir el índice de mortandad en las heladas noches de invierno?
–Treinta personas acurrucadas unas encima de otras al fondo de la cueva, todas untadas con grasa de oso bajo una piel de mamut: no solo es una técnica probada por el uso, sin peligro y bien conocida por todos, sino que es una de esas costumbres entrañables que mantienen la cohesión del clan, nos acerca unos a otros ¿Cómo harían los hombres para abordar a las mujeres si esto se pierde? Las mujeres llegarían vírgenes a los 11 años, la natalidad del clan caería en picado... un desastre.
–Como experto ¿cuál es su previsión sobre el futuro de esta tecnología?
–Como le decía, es muy espectacular, sin duda generará una moda entre los jóvenes y todos esos geeks sedientos de novedades, pero será pasajera. Probablemente desaparecerá pronto, o, en todo caso, no dejará una huella perdurable en la industria de la conservación del calor corporal. Ungüentos de sebo, cubiertas de piel animal... son entrañables y fundamentan nuestra identidad: nunca se perderán.

domingo, 24 de junio de 2012

El pársel de Eva

A menudo los ateos argumentan que es ridículo creer en una serpiente parlante, como la que aparece en el Génesis, pero los que esto piensan obvian otras posibilidades. Al fin y al cabo, la serpiente sólo habla con Eva ¿y si ésta sabía pársel? Con una de las evas de Lucas Cranach y con Lord Valdemort he creado una imagen para ilustrar esta estimulante hipótesis:

 Eva de Lucas Cranach y Voldemort 

 
La capitular, dibujada por Alexandre Bida para una edición de los Evangelios, Paris, Hachette, 1873, está tomada de BibliOdyssey.